La oposición venezolana ha sido acusada por Nicolás Maduro de socavar los acuerdos alcanzados en Barbados. Maduro, en un intento de desacreditar a la oposición, ha afirmado que son responsables de una campaña en contra de Venezuela con respecto al Esequibo.
Estas declaraciones se producen en un momento en el que Estados Unidos ha expresado su preocupación por los intentos del gobierno de deshacer los acuerdos alcanzados en Barbados entre el oficialismo y la oposición a mediados de octubre.
Antony Blinken, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, ha dejado claro que Maduro no tiene «carta blanca» para violar el acuerdo y que si lo hace, se enfrentará a la reimposición de las sanciones que fueron levantadas. Blinken ha afirmado que tomarán las medidas necesarias si el régimen ha violado el acuerdo alcanzado.
Estas declaraciones se producen después de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela suspendiera «todos los efectos» de las primarias opositoras, en las que María Corina Machado resultó ganadora por una abrumadora mayoría. Esto ha generado aún más preocupación por parte de Estados Unidos y ha reforzado su posición de no permitir acciones que vayan en contra de los compromisos asumidos para avanzar hacia elecciones libres y justas.
Blinken ha dejado claro ante un comité del Congreso que la ayuda de Washington a Ucrania e Israel también incluye un compromiso con la oposición venezolana y que no se permitirá que el régimen de Maduro actúe en contradicción con estos compromisos. El objetivo compartido de Estados Unidos y la oposición es garantizar elecciones libres y justas en Venezuela.