El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha manifestado su preocupación por las crecientes tensiones entre Guyana y Venezuela debido a la disputa territorial del Esequibo. Este territorio, que está bajo el control de Georgetown, pero que Caracas reclama como propio, ha sido motivo de conflicto durante mucho tiempo.
Guterres, a través de su portavoz Stéphane Dujarric, ha expresado su inquietud por la escalada de tensiones y ha instado a ambas partes a actuar de buena fe para evitar acciones que puedan empeorar o prolongar la controversia. Asimismo, ha recordado que será la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la encargada de resolver este conflicto y dictar una solución.
En las últimas semanas, las tensiones han aumentado después de que el gobierno venezolano anunciara la celebración de un referéndum para conocer la opinión de los ciudadanos sobre esta disputa territorial. Venezuela ha acusado al gobierno de Guyana en varias ocasiones de utilizar un discurso agresivo y militarista, e intentar involucrar al Ejército de Estados Unidos en su contra.
El Esequibo es un territorio de 159.542 kilómetros cuadrados que posee importantes recursos naturales, como petróleo, gas, minerales, agua y recursos forestales, además de un gran potencial turístico. Actualmente, está bajo la administración de Guyana, basándose en una sentencia arbitral de 1899.
Guyana argumenta que Venezuela renunció al Esequibo después del fallo de 1899, pero luego se retractó de esta decisión. Por su parte, Caracas se basa en el acuerdo firmado en 1966 en Ginebra entre Venezuela y el Reino Unido, antigua potencia colonial de Guyana, el cual reconoce que el Esequibo es un territorio en disputa.
En 2018, la CIJ inició un caso a petición de Guyana y desde entonces ha declarado su competencia en el asunto, a pesar de la oposición de Venezuela a este proceso judicial. La comunidad internacional sigue de cerca este conflicto, mientras se espera una resolución definitiva por parte de la CIJ.