Según informes de The Times, la compañía petrolera Aramco, propiedad de Arabia Saudí, está a punto de cerrar un acuerdo millonario con la FIFA para convertirse en su principal patrocinador.
El acuerdo, que está en etapas avanzadas de negociación, se estima en alrededor de 84 millones de libras esterlinas al año (96 millones de euros).
Aramco, que registró ganancias de 160.000 millones de dólares en 2022, no es ajena al mundo de los patrocinios deportivos, ya que ya tiene inversiones en eventos como la Copa Mundial de cricket, la Premier League india de cricket, la Fórmula Uno y el circuito femenino de golf.
La FIFA también tiene experiencia en asociarse con empresas de este tipo, habiendo firmado acuerdos previos con Gazprom, la empresa rusa de petróleo y gas, antes de la Copa Mundial de Rusia en 2018, y con Qatar Airways antes del último torneo en Qatar.
La elección de Arabia Saudí como sede del Mundial de 2034 fue una decisión relativamente sencilla una vez que Australia, la otra candidata, se retiró del proceso, dejando al país saudí como la única opción.
Sin embargo, esta elección ha generado controversia debido a las preocupaciones sobre la violación de los derechos humanos en el país, donde, por ejemplo, las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales.