Las refinerías independientes de China han decidido detener temporalmente las nuevas compras de petróleo a Venezuela debido al aumento en los precios de oferta después de que Estados Unidos levantara parcialmente las sanciones al sector. Esta medida ha generado incertidumbre en el mercado petrolero.
Durante años, las compañías petroleras han estado comprando crudo venezolano con grandes descuentos, pero con la flexibilización de las restricciones impuestas por el gobierno estadounidense de Joe Biden, gradualmente las empresas energéticas globales y las casas comerciales como Vitol, Gunvor y Trafigura han vuelto a comprar petróleo venezolano.
Sin embargo, según informes de Reuters, los vendedores y compradores de China están luchando por ponerse de acuerdo sobre los precios, lo que ha generado un desorden en el mercado. Un gerente de una refinería independiente china señaló que la situación actual es caótica y que las refinerías independientes, conocidas como «teteras», han dependido principalmente del petróleo sancionado con grandes descuentos de Venezuela, Irán y Rusia como materia prima.
Venezuela, después de la flexibilización parcial de las sanciones, está produciendo alrededor de 850,000 barriles por día de petróleo, según informó el vicepresidente de Petróleo, Erick Pérez. El gobierno de Nicolás Maduro espera alcanzar la cifra de un millón de barriles por día. Pérez también afirmó que la producción seguirá aumentando si se importan diluyentes para producir grados de crudo pesado exportables. El gobierno venezolano ha establecido un plan de recuperación, estabilización y crecimiento para la industria petrolera, y espera recuperar progresivamente su participación en el mercado de Estados Unidos, así como iniciar acuerdos para exportar gas natural, incluso a Trinidad y Tobago. Estas medidas buscan fortalecer la economía del país y generar ingresos a través de la exportación de recursos naturales.