Este jueves, Nicolás Maduro y el presidente de Guyana, Irfaan Alí, se encontrarán en San Vicente y Las Granadinas con el objetivo de reducir la tensión en la disputa territorial que ambos países mantienen sobre el Esequibo. Este territorio de 160.000 kilómetros cuadrados ha sido motivo de conflicto durante más de 150 años.
Aunque Venezuela asegura que Maduro auspició el diálogo y tiene «grandes expectativas» para la reunión, las posiciones de Caracas y Georgetown son opuestas y parece poco probable que el encuentro logre una solución definitiva.
Caracas se basa en el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966 antes de la independencia de Guyana del Reino Unido, el cual establece las bases para una solución negociada y anula un fallo de 1899. Por otro lado, Guyana defiende este fallo y busca que sea ratificado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Según el canciller Gil, la idea es lograr acciones de cooperación a pesar de la disputa, tal como se venían llevando a cabo antes de 2015, cuando ExxonMobil descubrió petróleo en la zona y Guyana decidió abandonar el Acuerdo de Ginebra y buscar apoyo en las Naciones Unidas para llevar el conflicto a la CIJ.
En términos de cooperación, Venezuela plantea cuestiones relacionadas con el petróleo y el gas. Gil mencionó que, a pesar de la disputa, hubo acuerdos en otras áreas con todos los gobiernos que estuvieron en el poder en Guyana hasta 2015.
Esta reunión es auspiciada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom), y fue impulsada por el expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva. El representante de la Celac y primer ministro de San Vicente, Ralph Gonsalves, fue el encargado de reunir a las partes.
Para el profesor de la Universidad ABC de Brasil, Igor Fuser, es importante que la región encuentre soluciones a sus problemas sin la intervención de Estados Unidos. Sin embargo, Fuser también expresa su preocupación por un posible conflicto armado, ya que considera que Venezuela ha sido agresiva, especialmente después del referendo consultivo del 3 de diciembre en el que la población votó a favor de crear el estado Guayana Esequiba.
Guyana mantiene su posición de contar con aliados como Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que acudió este lunes para solicitar un mayor apoyo. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha expresado su apoyo a Guyana.
Según publicó Infobae, Guyana propuso a los demás países que la OEA condene «los actos ilícitos contra la soberanía e integridad territorial de la República Cooperativa de Guyana por parte de la República Bolivariana de Venezuela». Además, Guyana busca que los países establezcan que estos actos ilícitos constituyen una violación del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas, de la Carta de la OEA y de los principios de coexistencia pacífica. También desea que la OEA inste a Venezuela a cesar de inmediato toda acción para anexar ilegalmente el territorio de Guyana.
En conclusión, la reunión entre Guyana y Venezuela tiene como objetivo principal reducir la tensión en la disputa territorial, pero es poco probable que resulte en una solución definitiva. Ambos países mantienen posiciones opuestas y buscan el respaldo de diferentes organismos internacionales. La región espera encontrar una solución diplomática y jurídica para evitar un conflicto armado y garantizar la paz en la zona.