La inesperada decisión de la candidata opositora venezolana María Corina Machado de acudir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para «denunciar» su inhabilitación ha sorprendido a muchos. Tanto es así que la mayoría de la oposición ha guardado silencio al respecto.
Curiosamente, un día antes, Machado le había dicho a EL TIEMPO que no acudiría al Supremo. Su desconfianza en las instituciones no es algo nuevo. Sin embargo, finalmente decidió hacerlo y afirmó que «la pelota ahora está del lado de Maduro», utilizando un refrán que implica que la responsabilidad recae ahora en el chavismo.
El abogado Perkins Rocha, quien acompaña a Machado en el proceso, explicó que lo que presentaron ante el Supremo es una reclamación contra una violación de los derechos políticos de Machado, ya que se le impide ejercer plenamente el mandato otorgado por los venezolanos el 22 de octubre y registrarse como candidata presidencial ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Es importante destacar que Machado no reconoce su inhabilitación, ya que considera que es ilegal.
En el pasado, Machado ya había sido inhabilitada, pero en octubre de este año, el diputado José Brito, cercano al chavismo, pidió a la justicia revisar la medida en su contra. Como resultado, el Supremo ordenó suspender las primarias y declaró que Machado estaría inhabilitada durante 15 años.
El 17 de octubre, el chavismo y la oposición firmaron un acuerdo de garantías y derechos políticos en Barbados, bajo presión de Estados Unidos, lo que abrió la posibilidad de eliminar las medidas contra los opositores.
El gobierno estableció que los afectados tendrían hasta el 15 de diciembre para apelar al TSJ. Sin embargo, Henrique Capriles, quien ha sido candidato presidencial en dos ocasiones, no acudió a la convocatoria.
Machado explicó que lo que presentó ante el TSJ es una reclamación por vía de hecho y un amparo cautelar, negando que haya apelado su inhabilitación. Aunque en la práctica, sí se puede considerar una apelación.
En cuanto al proceso legal, después de presentar la demanda, se espera una respuesta en un plazo de tres días. Sin embargo, Alí Daniels, coordinador de la organización Acceso a la Justicia, señala que incluso si la demanda es admitida, el proceso podría llevar años e incluso podría no llegar a resolverse.
Ante este escenario, Ramón Muchacho, opositor en el exilio, considera que la comunidad internacional juega un papel clave y debe ejercer máxima presión sobre Nicolás Maduro, su entorno civil y militar, así como sus aliados internacionales. Muchacho insiste en que esta presión debe incluir llamados inequívocos para que se cumplan los acuerdos de Barbados. Además, sugiere que figuras políticas como Lula da Silva en Brasil y Gustavo Petro en Colombia podrían ser presionados para mediar y ejercer presión sobre Maduro.
En conclusión, la decisión de María Corina Machado de acudir al TSJ ha generado sorpresa y ha puesto en evidencia las tensiones políticas en Venezuela. El proceso legal que sigue dependerá de la admisión de la demanda y de los tiempos de respuesta, pero sin duda el papel de la comunidad internacional será fundamental en el desenlace de este caso.
Siempre lo mismo, no han aprendido nada.
No se dialoga con quien te amenaza. O huyes o peleas.
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