Venezuela y Guyana, catorce días de paz y dos siglos de confrontación

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El jueves pasado, Venezuela y Guyana volvieron a generar preocupación con la llegada de un buque de guerra británico a las costas de Guyana. El gobierno de Nicolás Maduro interpretó esto como una provocación hostil en medio de la disputa territorial entre ambos países. Hace dos semanas, Maduro y el presidente guyanés, Irfaan Ali, se habían comprometido a rebajar la tensión.

En respuesta, el gobierno venezolano desplegó una «acción defensiva» en la fachada atlántica, con el despliegue militar de 5.682 combatientes, 28 aeronaves y 16 embarcaciones. Consideran que el HMS Trent de la Armada británica representa una amenaza directa a la paz acordada por ambos mandatarios.

Este giro inesperado deja algunas incógnitas de cara al futuro. La llegada del buque británico podría ser vista como una ruptura del acuerdo alcanzado el 14 de diciembre, en el que las partes se comprometieron a no amenazarse ni utilizar la fuerza mutuamente. Sin embargo, el gobierno guyanés no percibe esto como un bloqueo del acuerdo y asegura que está comprometido con la Declaración de Argyle, en la que se acordó evitar incidentes que aumenten la tensión por el litigio fronterizo del Esequibo.

La experta en Defensa, Rocío San Miguel, advierte sobre los peligros que esto representa para la región. Tanto la llegada del buque británico como la respuesta de Venezuela pueden generar una escalada de tensiones. Por su parte, Guyana sostiene que el arribo del buque estaba planificado desde hace tiempo como parte de su capacidad defensiva y no representa ningún peligro.

La Declaración de Argyle, suscrita hace tan solo 14 días, había logrado rebajar la tensión entre ambos países. Sin embargo, ahora queda la incógnita de si este incidente será solo una provocación o si se escalará, poniendo en riesgo el período de «paz» más breve en la historia latinoamericana.

El encuentro entre Maduro y Ali en San Vicente y las Granadinas fue propuesto por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respaldado por la Celac y la Caricom, con el objetivo de evitar una escalada violenta. A pesar de la firma de un compromiso, ahora surgen dudas sobre si han cumplido su palabra y si esto afectará la estabilidad regional.

Hasta el momento, no se ha pronunciado públicamente sobre este incidente y se desconoce si han habido conversaciones entre los mediadores y los involucrados para frenar la creciente tensión. Queda por ver si se tomarán medidas rápidas para evitar una escalada.

El presidente Lula, encargado de transmitir la preocupación regional a las partes, no ha hecho comentarios al respecto desde su intervención el 9 de diciembre. Instó a Maduro y Ali a asistir al encuentro en San Vicente y las Granadinas, organizado por los organismos de integración regional.