En una tragedia doméstica ocurrida en el barrio Mott Haven de Nueva York, una mujer admitió haber matado a su madre durante una disputa. Utilizando una olla de cocina como arma, golpeó a su madre en la cabeza, dejándola inconsciente. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia por salvarla, la víctima fue declarada muerta en el hospital Lincoln.
La mujer, identificada como Skydajah Patterson de 26 años, llamó a la policía y confesó el crimen, aunque afirmó haber actuado en defensa propia. Sin embargo, se descubrió que la madre, Selma McLean, ya había denunciado en dos ocasiones los ataques de su hija a las autoridades.
Según informes, Patterson había sido recientemente dada de alta de un centro de tratamiento de salud mental. Los oficiales que respondieron a la llamada encontraron a la hija sosteniendo la olla manchada de sangre en el lugar del crimen.
La ahijada de la víctima, Danaeyah Reynolds, reveló que McLean le había enviado mensajes de texto expresando su temor por el comportamiento de su hija, quien había salido recientemente de un hospital psiquiátrico. Según Reynolds, la mujer había sido internada debido a alucinaciones y un cambio en su forma de hablar, llegando a afirmar que las voces en su cabeza le decían que su madre era peligrosa.
La mujer fue arrestada, aunque aún no se han revelado los cargos que enfrentará. Esta trágica situación pone de manifiesto la importancia de brindar apoyo y atención adecuada a las personas que luchan con problemas de salud mental, así como la necesidad de tomar en serio las denuncias de violencia doméstica.