Irán emitió el domingo un llamado a Israel para que no reaccione militarmente a su ataque sin precedentes lanzado durante la noche, el cual fue presentado como una respuesta justificada al bombardeo que destruyó su consulado en Damasco.
La misión iraní ante la ONU anunció que considera el caso cerrado, en un mensaje publicado tres horas después del inicio del primer ataque directo contra Israel realizado por Irán desde su territorio.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió que cualquier acción imprudente de Israel y sus aliados conduciría a una respuesta más fuerte por parte de la República Islámica.
El ataque consistió en el lanzamiento de más de 200 drones y misiles por parte de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico iraní, contra objetivos militares en territorio israelí.
El general Mohammad Bagheri, jefe de las fuerzas armadas iraníes, celebró que el ataque había alcanzado todos sus objetivos y había dejado fuera de servicio un centro de inteligencia y una base aérea. Los drones iraníes no apuntaron contra ningún centro urbano o económico.
El ejército israelí informó que misiles balísticos iraníes alcanzaron la base aérea de Nevatim.
La misión iraní ante la ONU explicó que la acción militar de Irán es una respuesta a la agresión del régimen sionista contra su sede diplomática en Damasco y fue llevada a cabo en base al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas relativo a la legítima defensa.
En las últimas dos semanas, las autoridades iraníes habían expresado su intención de castigar a Israel tras la muerte de siete Guardianes de la Revolución en la destrucción del consulado iraní en Siria, un ataque atribuido a Israel el 1 de abril.
Israel es el enemigo jurado de la República Islámica desde la revolución de 1979, que aboga por su destrucción en favor de un Estado palestino. Sin embargo, hasta ahora Irán se había abstenido de atacarlo frontalmente, prefiriendo apoyar las acciones de otros miembros del eje de resistencia, como Hezbolá y los rebeldes hutíes yemenitas.
Pocas horas antes del ataque contra Israel, Irán capturó en el estrecho de Ormuz un portacontenedores vinculado a Israel con 25 tripulantes a bordo, un acto condenado por Estados Unidos como un acto de piratería.
El domingo, la Cancillería iraní convocó a los embajadores de Francia, Reino Unido y Alemania debido a las posiciones irresponsables de algunos funcionarios de esos países respecto a la respuesta de Irán a las acciones del régimen sionista contra los ciudadanos y los intereses de la República Islámica.
Después del ataque, Irán llamó a Estados Unidos a mantenerse al margen de su conflicto con Israel. Las autoridades iraníes habían enviado un mensaje a Estados Unidos advirtiendo que si cooperaban con Israel para sus posibles próximas acciones, sus bases ya no serían seguras.
En la plaza Palestina de Teherán, miles de personas se concentraron después del ataque coreando muerte a Israel y muerte a Estados Unidos. En un mural inaugurado en la plaza, se leía «La próxima bofetada será más violenta».
Irán podría intensificar sus acciones en el futuro, eligiendo entre varias opciones como el apoyo al Hezbolá, perturbaciones marítimas o bombardeos contra objetivos israelíes vulnerables en el extranjero, según analistas.
Por precaución, el aeropuerto de Teherán-Mehrabad, dedicado a vuelos interiores, permanecerá cerrado hasta el lunes por la mañana. Además, los vuelos del aeropuerto internacional Imán Jomeiní de Teherán fueron cancelados hasta la misma hora del lunes.