El presidente de Venezuela busca una solución a la tensión diplomática con Chile después del asesinato de un exmilitar opositor en Santiago, presuntamente a manos del crimen organizado. Aunque el gobierno chileno ha descartado romper relaciones diplomáticas con Venezuela, el presidente Nicolás Maduro expresó su disposición a aliviar las tensiones y sostener conversaciones con su homólogo Gabriel Boric para combatir conjuntamente el crimen organizado.
Durante su programa semanal de radio y televisión, Maduro manifestó su deseo de establecer comunicación directa con el presidente Boric para discutir y buscar formas de combatir a los grupos criminales. El mandatario venezolano hizo estos comentarios después de que las autoridades chilenas anunciaron su intención de solicitar la extradición de dos venezolanos implicados en el secuestro y asesinato del exmilitar Ronald Ojeda. Según la fiscalía chilena, el crimen fue organizado desde Venezuela por la organización delictiva transnacional Tren de Aragua.
El asesinato de Ojeda, quien era un disidente del gobierno de Maduro y se consideraba a sí mismo como un exprisionero político, ha generado controversia debido a la forma en que fue perpetrado. A diferencia de los modus operandi habituales del Tren de Aragua, en este caso no se solicitó rescate y el exmilitar fue asesinado poco después de ser secuestrado. Además, su cuerpo fue enterrado bajo una losa de cemento en una zona de viviendas irregulares en Santiago.
Las autoridades venezolanas han recibido una solicitud de cooperación por parte de Chile para proporcionar los datos personales y antecedentes penales de cinco personas relacionadas con el homicidio de Ojeda. El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ha asegurado que se tomarán medidas para detener a los sospechosos en caso de que se encuentren en el país.
A pesar de la gravedad del incidente, el gobierno chileno ha descartado por el momento romper relaciones diplomáticas con Venezuela. Sin embargo, algunos opositores han solicitado esta medida después de que el canciller venezolano desestimara la existencia del Tren de Aragua como una «ficción creada por la mediática internacional». Las autoridades chilenas han rechazado firmemente estas declaraciones y han considerado que son un insulto a las víctimas de esta organización criminal en toda la región.
En respuesta a la situación, el presidente Boric ha llamado a consultas al embajador chileno en Venezuela como medida de protesta. Boric también ha enfatizado la importancia de la colaboración internacional para llevar ante la justicia a los sospechosos del crimen y ha calificado el asesinato como un «inaceptable crimen».
En este contexto, Maduro ha instado al diálogo bilateral y ha expresado la disposición de Venezuela para ayudar a resolver el problema. A pesar de las diferencias, el presidente venezolano considera que es necesario hablar y cooperar para encontrar una solución.