Este jueves 6 de junio, autoridades en Panamá revelaron que desde enero hasta mayo, un total de 170.014 migrantes irregulares han cruzado la peligrosa selva del Darién, situada en la frontera entre Panamá y Colombia, en su ruta hacia Estados Unidos.
Este número representa un aumento del 2% comparado con el mismo lapso en 2023, cuando se contabilizaron 166.649 migrantes, y es significativamente mayor en comparación con los 33.819 registrados en 2022.
A pesar de una caída en los números durante abril y mayo respecto al año anterior, el total de migrantes que han atravesado esta área ha aumentado este año. Las autoridades atribuyen esta situación al comienzo de la temporada de lluvias intensas en Panamá, lo que dificulta aún más el ya arduo trayecto por esta vía.
El gobierno de Panamá proyecta que al finalizar el año, la migración a través de la selva del Darién superará en al menos un 20% los 500.000 ingresos documentados en 2023.
Las estadísticas de ingresos desde el 1 de enero hasta el 6 de junio, según el país de origen de los migrantes, indican que el 68% de ellos son venezolanos, sumando un total de 113.244 migrantes en ese período. Siguiendo en cantidad, migrantes de Ecuador y Colombia registraron 12.300 (7% del total) y 11.219 (6.4%), respectivamente.
Asimismo, ingresaron 10.348 personas de China (5.9%) y 9.980 (5.7%) de Haití. Los demás provienen de varias nacionalidades, incluyendo India y Cuba.
Con la llegada de un nuevo gobierno liderado por José Raúl Mulino el próximo 1 de julio, Panamá anticipa un cambio en sus políticas migratorias. El presidente electo ha declarado que cerrará la frontera y realizará deportaciones masivas para desalentar el flujo de migrantes irregulares a través de la frontera.