Estados Unidos se encuentra en estado de alerta debido al fenómeno meteorológico conocido como «veroño», una combinación inusual de condiciones típicas del verano y el otoño. Este evento afecta a unas 36 millones de personas, que están en riesgo debido a las altas temperaturas fuera de temporada, junto con fenómenos climáticos asociados, como sequías prolongadas, incendios forestales y tormentas intensas.
El «veroño» está provocando un aumento significativo en las temperaturas en varias regiones del país, lo que representa un desafío tanto para la salud pública como para la infraestructura. Las autoridades han emitido advertencias sobre posibles golpes de calor, así como recomendaciones para el manejo adecuado del agua y la preparación ante posibles emergencias climáticas.
Además, este fenómeno podría exacerbar la actual crisis de incendios forestales, especialmente en áreas vulnerables del oeste y sur de EE. UU., y aumentar el riesgo de tormentas repentinas que podrían generar inundaciones en otras regiones. Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y a seguir las recomendaciones de seguridad ante estos cambios climáticos inesperados.