Al menos cuatro horas de desesperación vivieron los 25 tripulantes de la embarcación «Chantase G«, la cual naufragó la madrugada de este jueves 26 de septiembre en el lago de Maracaibo en medio de una tormenta.
El agua comenzó a inundar uno de los tanques de la embarcación cerca de la 1:00 a.m y pasadas las 4:30 a.m ya todos estaban a la deriva, según el relato de uno de los 19 sobrevivientes, quien contó cómo se salvó.
“A lo que (la barcaza) empezó a girar, a voltearse, yo brinqué de una vez y caí en un costado, y (de ahí) pegué el brinco al agua. Todos los que pudimos brincar, brincamos”, contó el trabajador petrolero en un audio enviado a El Pitazo.
El trabajador relató que todos los tripulantes estaban afuera con salvavidas minutos antes de que la embarcación terminara de hundirse. “El barco se giró y plum, cayó. Todos estábamos afuera, pero debe ser que con ese giro, algunos cayeron pa’l otro lado, pa’ dónde estaban los tubos”, contó
Cinco personas fallecieron y una seguía desaparecida hasta la mañana de este sábado 28 de septiembre por el hundimiento de la embarcación de la empresa Sosca, que era contratada por Petróleos de Venezuela para la reparación de pozos y tuberías petroleras.
La estatal petrolera aseguró que el mal tiempo fue una de las causantes del naufragio. El sobreviviente explicó que el agua comenzó a entrar a uno de los tanques del barco, que tenía una de las tapas de desagüe dañadas y que el fuerte oleaje, cedió.
“Una de las tapas estaba mala, sólo estaba puesta. Cuando empezó el oleaje nos dimos cuenta que se estaba metiendo el agua para ese tanque. Cuando intentamos sacarla con las bombas de succión, era más el agua que entraba que la que salía”, dijo.
Agregó que la contingencia inició cerca de la 1:00 a.m. “Cuando vimos que estaba entrando más agua, decidimos irnos y arrancamos pa’ tierra. Duramos viajando como dos horas; y en ese tiempo, tratando de que no se metiera más agua, pero cada vez entraba más porque el barco se ponía más bajito y más bajito”, se escucha en su relato.
“A lo que empezó a entrar el agua en la Sala de Máquinas, lo dimos por perdido todo, y le dimos hasta donde más pudimos al barco. Cuando llegamos como a 800 metros de la planta de Chevron, giró y se volteó”, recordó.
El sobreviviente aseguró que los rescatistas de Pdvsa y la contratista Sosca ya estaban en camino y que llegaron a los 10 minutos del naufragio. “El tiempo (clima) estaba demasiado fuerte, las olas estaban muy grandes, no nos ayudó en nada. Si se hubiese calmado, la cosa fuera otra”.