A la fecha, uno de los casos criminales más comentados, es el perpetuado por los hermanos Menéndez en 1989 contra sus padres. El crimen se efectuó en la mansión donde residían en Beverly Hills, vivienda que tiene nuevos dueños desde hace siete meses.
El caso de Erik y Lyle Menéndez ha dado la vuelta al mundo tras la serie de Ryan Murphy y el documental de Netflix que presenta nuevas aristas del crimen. Los usuarios de redes sociales se obsesionaron con la historia, creando un debate constante sobre una posible liberación de los hermanos Menéndez.
Pero además de ser un fenómeno de las redes sociales, el caso ha ido más allá, pues en busca de la verdad, algunas personas han visitado las afueras de la mansión ubicada en el estado de Los Ángeles. Aquello ha sido reportado por los vecinos durante las últimas semanas.
Han pasado cerca de 35 años desde el asesinato de José y Kitty Menéndez, y por supuesto, la vivienda tiene nuevos dueños. La mansión fue comprada en marzo de este año por una familia millonaria.
¿Cómo se ve y quién compró la mansión de los hermanos Menéndez?
Hace tan solo siete meses, se concretó un millonario negocio que dejó a la familia Lahijani como dueños de la mansión ubicada en Beverly Hills. La compra se realizó a través de una transacción privada con una empresa registrada como LAHA ELM.
La familia iraní-estadounidense desembolsó un total de 17 millones de dólares para adquirir la propiedad. Los Lahijani se desempeñan actualmente en el sector inmobiliario.
La mansión donde los hermanos Menéndez cometieron el homicidio se construyó en 1927 y se remodeló en 1982. Antes de que residiera la familia, esta propiedad fue alquilada por Elton John y Prince. La vivienda cuenta con 842 m², con un total de siete habitaciones y nueve baños.
Dentro de los lujos de la casa, el dormitorio principal cuenta con dos baños privados, hay una piscina, una casa de invitados de dos pisos y una cancha de tenis.