Los cardenales de la Iglesia católica continuaron este miércoles sus reuniones preparatorias, manteniendo un hermetismo absoluto sobre los posibles nombres para suceder al papa Francisco, cuyo cónclave de elección se celebrará dentro de una semana.
Alrededor de 200 «príncipes de la Iglesia» se congregaron a puerta cerrada para su séptima «congregación general» desde el fallecimiento del pontífice argentino. El objetivo de estos encuentros es debatir las prioridades que deberá abordar la institución bimilenaria en el futuro.
El cardenal colombiano Jorge Jiménez Carvajal, de 83 años, describió el ambiente al ingresar a la sala Paulo VI como de «mucha paz, de diálogo», enfatizando que en un cónclave «no se habla de presión, ni de polarizaciones».
El proceso de elección papal dará inicio el próximo 7 de mayo, cuando un número récord de 133 cardenales electores se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo líder de la Iglesia, quien tomará el lugar que Francisco ocupó durante 12 años. Se llevarán a cabo cuatro votaciones diarias hasta que un candidato alcance la mayoría de dos tercios, es decir, el apoyo de al menos 89 cardenales.
Mientras tanto, las especulaciones sobre los posibles sucesores se intensifican en los círculos mediáticos. Nombres como el del cardenal Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle, conocido como el «Francisco asiático», figuran entre los favoritos. Sin embargo, los cardenales se han mantenido firmes en su negativa a revelar cualquier indicio sobre los nombres que se discuten, sorteando las preguntas de los periodistas a su llegada al Vaticano.
Un cardenal elector europeo, que prefirió permanecer en el anonimato, destacó la notable diversidad entre los purpurados llamados a elegir al nuevo pontífice. «Cuando los africanos o los sudamericanos hablan son de mundos diferentes. No tanto opuestos, pero tenemos una visión muy eurocéntrica», comentó, añadiendo que estas reuniones permiten «escuchar, tratar de entender» las diferentes perspectivas antes de la votación.
Las «congregaciones generales» han abordado diversos temas cruciales para la Iglesia. El Vaticano informó que el lunes se discutieron los desafíos más urgentes del catolicismo, incluyendo la evangelización, la relación con otras religiones y el grave problema de los abusos sexuales clericales. El martes, el foco se centró en el papel de la Iglesia en el mundo actual y los desafíos que enfrenta, mientras que la reunión del miércoles se dedicó a la delicada situación económica y financiera del Vaticano.
El escritor español Javier Cercas, autor de un libro sobre su experiencia con el papa Francisco, considera que el próximo pontífice podría ser un reformista más moderado o un conservador que simule ser reformista para frenar cambios significativos. En su opinión, un papa «más radical» sería lo necesario, a pesar de calificar de «revolucionario» el pontificado de Francisco, cuyas «pequeñas reformas» generaron una «resistencia brutal».
Las reuniones preparatorias continuarán el viernes, tras un día de pausa por ser festivo en Italia, mientras la expectación crece ante el inminente cónclave que definirá el futuro de la Iglesia católica.