Este miércoles 30 de abril, las autoridades colombianas anunciaron la captura de uno de los acusados en el brutal asesinato de Sara Mirelley, una mujer transgénero de 32 años, quien fue golpeada, torturada y arrojada a un arroyo en el municipio de Bello, cerca de Medellín, el pasado 4 de abril.
A pesar de ser rescatada y trasladada a un hospital, Sara Mirelley falleció debido a las lesiones que sufrió durante el ataque. Las imágenes de su agonía fueron grabadas y se viralizaron en las redes sociales, lo que generó una ola de protestas y condenas tanto dentro como fuera del país.
El presidente Gustavo Petro calificó el ataque como un acto de fascismo perpetrado por «ignorantes» que intentan «matar la diferencia» entre las personas. El mandatario publicó el video de la mujer golpeada en sus redes sociales, subrayando la gravedad del crimen y la necesidad de enfrentar la intolerancia y el odio en Colombia.
El acusado y su vinculación con bandas criminales
El detenido, que pertenece a una banda criminal, enfrentará cargos por tortura y homicidio agravado. Según el director de la policía, Carlos Fernando Triana, el acusado deberá responder por su participación en este atroz crimen, que dejó una marca dolorosa en la comunidad trans y en la sociedad colombiana en general. Sara Mirelley es solo una de las múltiples víctimas de violencia transfóbica en el país, que ha visto un aumento alarmante de crímenes contra personas LGBT.
La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó sobre el creciente número de transfeminicidios en el país, con 13 reportados en lo que va del 2025 y un total de 31 en 2024. Además, la organización Caribe Afirmativo indicó que la región de Antioquia, donde ocurrió el asesinato de Mirelley, está experimentando un repunte de crímenes contra la población LGBT, representando casi la mitad de los crímenes nacionales.