(Desde Santiago, Chile) Catalina Pradenas, una joven de 21 años que se preparaba para participar en el certamen Miss Universo Chile, ha sufrido un contratiempo inesperado. El vestido que iba a utilizar en el concurso, valuado en aproximadamente 1.700 dólares y proporcionado por el diseñador Luis Uribe, ha sido robado junto con su automóvil. Desesperada por encontrarlo, Catalina decidió publicar un anuncio en sus redes sociales ofreciendo una recompensa por su devolución.
El incidente ocurrió el 11 de agosto, cuando Catalina y su familia llegaron a un hotel en Santiago para participar en una etapa preliminar del concurso. Al salir del lugar, se dieron cuenta de que el auto y el vestido habían desaparecido, junto con otros objetos de valor que habían quedado dentro del vehículo. A pesar de haber preguntado a los vecinos, contactado a la policía y presentado una denuncia, no se ha obtenido ninguna pista sobre su paradero.
La situación se complicó aún más cuando la madre de Catalina recibió una llamada de los delincuentes que habían robado el automóvil. Estos exigieron un pago de 1.100 dólares como condición para devolver el vestido. Aunque en un principio pensaron que se trataba de una estafa, el hecho de que los delincuentes conocieran detalles precisos sobre el robo hizo que lo consideraran como una posibilidad real.
Los llamados telefónicos, que inicialmente eran cinco o seis, se convirtieron en amenazas a medida que pasaba el tiempo. La familia teme que los delincuentes puedan utilizar las llaves de la casa y los documentos robados para acceder a su hogar. La incertidumbre y la preocupación han llevado a la familia de Catalina a difundir carteles con la foto del vestido por toda la comuna de Renca, donde se perdió el rastro del automóvil según el registro de tránsito. Esperan que si alguien intenta venderlo en una feria, sea reconocido y denunciado.
A pesar de los esfuerzos realizados, hasta el momento no se ha encontrado ninguna pista sobre el paradero del vestido. La incertidumbre y la frustración siguen presentes en la vida de Catalina y su familia, quienes esperan que la difusión del caso y la ayuda de la comunidad puedan ayudarles a recuperar esta pieza invaluable para la joven concursante.