Quito, 1 de septiembre (EFE).- Durante la noche del jueves, se registraron al menos otras dos explosiones en Ecuador, aparentemente relacionadas con la serie de coches bomba que han estallado en varias partes del país desde el miércoles, al mismo tiempo que se producían disturbios en algunas cárceles.
En la ciudad andina de Cuenca (sur), se produjo una explosión en el sector de Totoracocha, según informó un bombero que atendió la emergencia en el lugar. Se pudo observar un vehículo con daños en la parte posterior derecha. Afortunadamente, no hubo heridos en esta explosión, aunque los ventanales de una vivienda cercana quedaron destruidos. Además, se informó de otra explosión en Cuenca durante la tarde del jueves, pero aún se desconocen los detalles de ese caso.
Por otro lado, la Policía informó este viernes sobre la captura de cuatro personas que se desplazaban en un taxi, dentro del cual transportaban material explosivo (tacos de dinamita). «Los delincuentes presuntamente están relacionados con la detonación de un tanque de gas en el puente del sector Archidona, en la provincia de Napo, donde no se registraron daños materiales ni personales», señaló la Policía.
Asimismo, este viernes la Policía también informó sobre la detención de tres ciudadanos por posesión ilegal de armas de fuego y municiones en la provincia tropical de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Por su parte, medios de comunicación de la provincia de El Oro, que limita con Perú, informaron sobre daños en un puente tras una explosión, aparentemente de explosivos, ocurrida durante la madrugada del viernes. Los residentes del lugar relataron haber escuchado dos explosiones en el puente, donde el jueves habían visto a desconocidos abandonar una bombona de gas, lo que alertó a la población.
PROCESO POR TERRORISMO
La Fiscalía General del Estado informó este viernes que la justicia ecuatoriana ha ordenado la prisión preventiva para seis de los diez detenidos por la explosión de dos coches bomba en Quito.
El jueves se llevó a cabo la audiencia de calificación de flagrancia contra los seis detenidos, presuntamente relacionados con la explosión de un vehículo en el sector de La Mariscal, en Quito, ocurrido unas dos horas antes de la explosión de un segundo vehículo.
Según la Fiscalía, un juez acogió su solicitud y ordenó la prisión preventiva para los seis acusados (cinco ecuatorianos y un colombiano) por el delito de terrorismo.
Las autoridades informaron el jueves que tras la explosión del segundo coche bomba se detuvo a otras cuatro personas por su presunta relación con el hecho.
El comandante general de la Policía, Fausto Salinas, ha señalado que una de las hipótesis que se manejan en la investigación es que detrás de los ataques hay una banda criminal que busca mostrar su poder después de las intervenciones realizadas por las fuerzas estatales en las cárceles para desarticular a estos grupos que controlan el interior de las prisiones. También se considera la posibilidad de que los ataques sean una protesta por una serie de traslados de presos que fueron cambiados de prisión.
Los dos coches bomba en Quito estallaron cerca de edificios relacionados con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), el organismo estatal encargado del control y administración de las cárceles de Ecuador. El primero explotó la noche del miércoles frente a un edificio gubernamental donde anteriormente funcionaban oficinas del SNAI, mientras que el segundo explotó en la madrugada del jueves frente a otro edificio con oficinas del mismo organismo estatal. Ninguno de los dos incidentes causó víctimas.
Según las autoridades, algunos de los detenidos tienen antecedentes por robo, tenencia ilegal de armas, asesinato y asociación ilícita.
El ministro del Interior, Juan Zapata, considera que las explosiones son «acciones calificadas como terroristas porque buscan infundir terror, pánico y miedo en la población». EFE