¡ALACRANES AL ATAQUE! ¿Después de AD quién sigue en las confiscaciones judiciales a los partidos?

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Cada organización tiene a sus posibles nuevos jefes impuestos. Voluntad Popular encara una más grave amenaza

por Miguel Ángel Rodríguez / Caraota Digital

Es lamentable para la historia de los partidos democráticos venezolanos saber que a partir de ahora el histórico Acción Democrática ha caído en la misma desgracia de Copei.

El presidente legítimo del partido socialcristiano, Roberto Enriquez, se dice víctima de la confiscación por parte del régimen, al punto de llevar más de 3 años protegido en una sede diplomática.

La suerte del jefe adeco, Henry Ramos Allup, su familia y sus compañeros cercanos, se supone que dependerá de la respuesta que presenten a la decisión del régimen con su afecto Tribunal Supremo.

Miguel Salazar es el nombre del presidente impuesto al partido social cristiano Copei y desde hace 4 días tiene un tweet fijado en su cuenta, con video preparatorio para las parlamentarias.

Como se anticipaba, la membresía de Acción Democrática se le ha entregado a Bernabé Gutiérrez, quien ya anda en la misma promoción electoral.

Las «parlamentarias de Maduro» están ideadas para aparentar amplia y plural participación partidista. Y por eso el arrebatón se le vendría encima a los otros partidos de la coalición opositora.

Desde 2018, por acción de la Constituyente madurista y el cuestionado Tribunal Supremo de Justicia, los principales partidos opositores han estado suspendidos.

Los alacranes al ataque
A finales de 2019 se denunció la operación Alacrán, consistente en romper la unidad opositora en la Asamblea Nacional. Ahora cursa la fase de romper sus organizaciones.

La minoritaria fracción madurista en la Asamblea Nacional operó para imponer a la fuerza en enero de 2020 a una directiva legislativa integrada por diputados que se le voltearon a sus líderes naturales.

Parra, Duarte, Noriega, son apellidos de fichas que maneja el régimen a su antojo y que eran parte de las militancias de Primero Justicia, Copei y Voluntad Popular.

Desde su nombramiento como «nueva directiva del poder legislativo» andan en campaña con miras a las parlamentarias, por las que el régimen también decidió de cuenta propia nombrar un nuevo Consejo Nacional Electoral.

Y dada la premura con la que se actuó contra la dirección de Henry Ramos Allup, no es descabellado que, como castillo de naipes, caerán bajo la legalidad del régimen las otras organizaciones.

Se da como casi un hecho que al ex justiciero José Brito le entreguen la membresía de la tolda aurinegra para desplazar a la directiva de Julio Borges y Tomás Guanipa, a no ser que a última hora se prefiera nombrar a Luis Parra.

Del partido Un Nuevo Tiempo pudiera esperarse «cualquier ingrata sorpresa», sin dejar de lado que de esta tolda proviene el nombre de Timoteo Zambrano.

Zambrano, junto a Claudio Fermín, Henry Falcón, Felipe Mujica y los » diputados volteados», forman parte de la instancia creada por el régimen bajo el rótulo de Mesa de Acuerdo Nacional.

Esa instancia ha sido despreciada por la coalición que apoya a la presidencia interina de Juan Guaidó, tildándola por su precaria representatividad como «la mesita».

Pero en esa mesita se apoya hoy la «gran torta», o desastre, en que ha convertido el régimen la posibilidad de una salida electoral a la crisis humanitaria y económica que vive Venezuela.

Los anaranjados están en peor disparadero
Aunque en los últimos días se ha conocido de la renuncia de varios de sus representantes, algunos de ellos diputados, no se piensa que entre esos nombres esté el nuevo jefe impuesto a Voluntad Popular.

El partido naranja, liderado por Leopoldo López, y cuna política del presidente interino Juan Guaidó, tiene ya varios días esperando una decisión más grave.

Luego que el régimen infiltrara y entre abatidos y presos acabara con la «operación Gedeón, el cuestionado Tribunal Supremo recibió un pedido de interpretación para sentenciar la naturaleza de VP

Tarek William Saab, Fiscal General designado por la Asamblea Constituyente de adscripción plena al madurismo, pidió determinar si ese movimiento es una organización terrorista.

De modo que los más implicados en el ataque judicial del régimen, que ya lleva dos trofeos en pocas horas (CNE y AD), seguro sabrán el orden y el modo en que caerán las «otras presas».

El papel de los firmes y la comunidad internacional
Frente a esta «asonada», el presidente interino y sus leales diputados han cerrado filas en la idea de que no se prestarán al fraude que preparan Maduro y su régimen.

Pero pronto podrían pasar a ser todos considerados en rebeldía, un nivel más grave que el sentenciado desacato en que el cuestionado Tribunal Supremo les ha mantenido casi desde su elección en 2015.

Los gobiernos aliados a la presidencia interina se han manifestado aún tímidamente en rechazo a la designación del Consejo Nacional Electoral por forzada vía judicial.

En las próximas horas, seguro con nuevos actos por parte del régimen contra la legítima Asamblea Nacional y los partidos de oposición, se sabrá con claridad qué fuerza tienen para resistir tanto Guaidó como los diputados.

Esa fuerza tiene que ver con las posiciones de la comunidad internacional, claro está, pero más todavía con la movilización popular interna para enfrentar la embestida del régimen madurista.