Actualmente en diferentes redes sociales existe un interesante debate sobre las condiciones políticas y económicas de Venezuela, en que, algunos políticos y economistas de ambas aceras promueven un mensaje positivo por el crecimiento económico del 5 al 7% que pueda obtener para finales del año 2022. Al respecto, vale recordar que, en el pasado mes de enero del presente año, el presidente Nicolas Maduro Moros, en la presentación de Memoria y Cuenta de su gestión ante la Asamblea Nacional, afirmó que, «la economía nacional logró un crecimiento de 7,6% en el tercer trimestre de 2021 y uno superior a 4% durante todo el año anterior». Por su parte, con respecto al 2021, la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez Gómez, informó que, «las importaciones de Venezuela se incrementaron en 84% y las exportaciones 182%».
Por: Marvin Mijares | Aporrea
Viendo todo desde otra perspectiva, sí hay una leve mejoría económica con respecto a años anteriores en que, hubo un clima de confrontaciones políticas, solicitudes de invasión, sanciones financieras y corrupción, dejando en una gran vulnerabilidad al sistema financiero venezolano. Luego en el 2020 con la llegada del COVID-19, el fenómeno de la crisis económica se fortaleció porque la mayoría de las empresas privadas se paralizaron.
A mediados de 2021, desde que se flexibilizaron las medidas ante el coronavirus, se fue reactivando la economía en el país, a pesar de su vulnerabilidad tuvo un ligero crecimiento que se notó más para el sector privado y no para el sector público. En este 2022, la mayoría de los economistas afirmaron que la dolarización informal de los años recientes fue un amortiguador esencial para la sociedad venezolana ante el fenómeno de la crisis económica porque permitió a los agentes económicos planificarse y estabilizarse. Además, lograron subsistir y maniobrar un poco la hiperinflación que tenia asfixiada a los sectores más vulnerables de la población.
Algunos jóvenes seguidores del gobierno y oposición por redes sociales festejaban la dolarización como «válvula de escape», lo hacían porque desconocen el daño que puede causar vivir en una burbuja, la misma explota y las consecuencias son como las hambrunas. Jugar con la dolarización informal en Venezuela fue una estrategia esencial a corto y mediano plazo, sin embargo, hoy lentamente el dólar pierde capacidad de compra.
En la mayoría de los debates en radio, televisión y redes sociales en Venezuela, se sustentan en la parafernalia comunicativa farandulera y no de la probabilidad. Algunos «periodistas» tratan de desvirtuar la realidad confundiendo el termino de buhonerismo con emprendimiento, hasta hacen cálculos de crecimiento económico «sustentados» en cola para comprar chicha en sabana grande, por comprar en el Centro Comercial Sambil o por la activación de los conciertos y dicen a los cuatro vientos «Venezuela se arregló», eso es una burla.
No estoy en contra de la activación de los conciertos, estoy en contra de que muchos «profesionales del periodismo» se prestan para informar sobre una realidad que no existe, la realidad es que, en Venezuela hay mucha decidía – corrupción y algunos sectores políticos tratan de normalizar los fenómenos antes mencionados.
Venezuela se esta arreglando paso a paso en lo económico y un leve acuerdo político entre sectores del gobierno y oposición. Sin embargo, el fenómeno de la descomposición social no lo pueden ocultar y si hablamos de que «Venezuela se arregló», nos falta muchísimo. Es como dice el profesor Francisco Rodríguez, «Venezuela no se esta arreglando. Venezuela está enferma. Necesita nuestra ayuda para sanar, recuperarse y ponerse nuevamente de pie». Es una realidad en que cada hombre y mujer debe poner de su parte, de lo contrario lo perderemos todo.
Venezuela se arreglará, cuando aprendamos a criar a nuestros hijos con ética, con buenos valores, donde prevalezca el respeto y la tolerancia, no dejar al niño o a la niña en la calle como hacen algunos padres irresponsables. Venezuela se arreglará cuando los políticos de oposición y gobierno trabajen en conjunto para el bienestar común del país. Venezuela se arreglará cuando todos los ciudadanos tengamos el valor de tener sentido de pertenencia. Venezuela se arreglará cuando cada uno de nosotros dejemos el vandalismo y aprendamos a respetar las normas y las reglas. Venezuela se arreglará cuando bajen los índices de delincuencia y feminicidios. Venezuela se arreglará cuando se respete la igualdad de género. Venezuela se arreglará cuando bajen los índices de desigualdad social. Venezuela se arreglará cuando los altos funcionarios de algunos entes del Estado respeten los méritos de cada trabajador. Venezuela se arreglará cuando los políticos respeten a los maestros, profesores y médicos. Venezuela se arreglará cuando los centros educativos y hospitales estén en óptimas condiciones. Venezuela se arreglará cuando todos los servicios públicos funcionen al 100%. Venezuela se arreglará cuando desaparezca el nepotismo. En fin, en Venezuela hace falta una buena dosis de ética y buenos valores por parte de nosotros, para así tener un futuro mejor.
Y cierro con una frase del libro el valor de educar del profesor Fernando Savater, «Educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas (símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos…) que pueden ser sabidos y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento».