Funcionarios estadounidenses y aliados han dicho que tenían información de inteligencia de que terroristas suicidas amenazaban con atacar el lugar
El ejército estadounidense confirmó el jueves que se produjo una gran explosión fuera del aeropuerto de Kabul, donde miles de personas han acudido en masa mientras intentan huir de la toma de Afganistán por los talibanes. Las naciones occidentales habían advertido de un posible ataque en el lugar en los últimos días de una masiva evacuación dirigida por Estados Unidos.
“Podemos confirmar una explosión fuera del aeropuerto de Kabul. Las víctimas no están claras en este momento. Proporcionaremos detalles adicionales cuando podamos”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby.
Dos funcionarios estadounidenses dijeron a Reuters que la explosión se produjo en una de las puertas de entrada y parece ser un ataque suicida.
Otro funcionario estadounidense dijo a la agencia que hubo víctimas por la explosión, pero dijo que no estaba claro cuántas personas resultaron heridas. Entre los heridos había hasta tres militares estadounidenses, dijo el funcionario, citando información inicial.
Fotos y videos difundidos por la agencia de noticias local Aśvaka mostraron a varias personas heridas mientras eran atendidas por los transeúntes y los socorristas.
El presidente Biden ha sido informado sobre la explosión, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
La explosión se produce horas después que varios países instaran a las personas a evitar el aeropuerto, aduciendo la amenaza de un atentado suicida. Pero cuando faltan apenas unos días, o horas para algunas naciones, antes de que finalice el esfuerzo de evacuación, pocos parecieron escuchar la advertencia.
Durante la última semana, el aeropuerto ha sido escenario de algunas de las imágenes más punzantes del caótico final de la guerra más larga de Estados Unidos y de la toma del poder de los talibanes, cuando un vuelo tras otro despegaba llevando a quienes temen un regreso al brutal gobierno de los militantes.
Algunos países ya han terminado sus evacuaciones y han comenzado a retirar a sus soldados y diplomáticos, lo que marca el comienzo del fin de uno de los puentes aéreos más grandes de la historia. Los talibanes se han comprometido a no atacar a las fuerzas occidentales durante la evacuación, pero insisten en que las tropas extranjeras deben salir antes de la fecha límite autoimpuesta por Estados Unidos del 31 de agosto.
De la noche a la mañana, surgieron advertencias de las capitales occidentales sobre una amenaza del afiliado grupo Estado Islámico de Afganistán, que probablemente ha visto sus filas aumentadas por la liberación de prisioneros de los talibanes durante su bombardeo en todo el país.
El ministro de las Fuerzas Armadas británicas, James Heappey, dijo a la BBC el jueves temprano que había “informes muy, muy creíbles de un ataque inminente” en el aeropuerto, posiblemente en “horas”. El primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo que su país había recibido información de Estados Unidos y otros países sobre la “amenaza de ataques suicidas contra la masa de personas”.
El embajador interino de Estados Unidos en Kabul, Ross Wilson, dijo que la amenaza a la seguridad en el aeropuerto de Kabul durante la noche fue “claramente considerada como creíble, como inminente, como convincente”. Pero en una entrevista con ABC News, no dio detalles y no dijo si la amenaza persistía.