El avión venezolano-iraní de Emtrasur Cargo, que había sido retenido en el aeropuerto de Ezeiza desde junio de 2022, finalmente despegó en la madrugada de este lunes con destino a Estados Unidos.
La noticia fue dada a conocer por Flightradar24, una plataforma en línea que ofrece información en tiempo real sobre el tráfico aéreo en todo el mundo, y por Flight Tracker, una empresa tecnológica multinacional estadounidense que brinda datos y productos de seguimiento de vuelos en tiempo real, históricos y predictivos.
La aeronave había sido reclamada por la justicia estadounidense por presuntos vínculos con actividades terroristas. El gobierno de Maduro la había adquirido de la empresa iraní Mahan Air, que se encuentra embargada en Estados Unidos.
La tripulación del avión, compuesta por ciudadanos venezolanos e iraníes, estuvo bajo sospecha de espionaje y logró abandonar Argentina el año pasado después de meses de investigación.
El diario argentino Clarín ya había informado el sábado sobre la inminente partida del avión hacia territorio estadounidense.
La medida de confiscación del avión fue ordenada por el juez federal Federico Villena, en respuesta a la solicitud realizada en octubre de 2022 por la Corte del Distrito de Columbia en Estados Unidos, que investiga posibles vínculos de la aeronave con el terrorismo internacional.
La aeronave, un Boeing 747 Dreamliner de carga, pertenecía originalmente a la empresa iraní Mahan Air y actualmente es propiedad de Emtrasur, una filial de la estatal venezolana Conviasa. Ambas empresas están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Previo a la partida del avión, el juez había permitido la salida del país de los 14 venezolanos y 5 iraníes que conformaban la tripulación de la aeronave, aunque nunca se aclaró cuál era el propósito de su presencia en la zona.
La historia del avión venezolano-iraní de Emtrasur Cargo, retenido en el aeropuerto de Ezeiza desde junio de 2022, ha dado un nuevo giro con su partida hacia Estados Unidos en la madrugada de este lunes.
La información sobre el despegue de la aeronave fue dada a conocer por Flightradar24 y Flight Tracker, dos plataformas en línea que brindan información en tiempo real sobre el tráfico aéreo en todo el mundo.
El avión había sido retenido debido a las sospechas de que estaba siendo utilizado con fines terroristas, lo cual fue reclamado por la justicia estadounidense. El gobierno de Maduro lo había adquirido de la empresa iraní Mahan Air, que se encuentra embargada en Estados Unidos.
Después de meses de investigación, la tripulación del avión, compuesta por ciudadanos venezolanos e iraníes, logró abandonar Argentina el año pasado bajo sospecha de espionaje.
El diario argentino Clarín había anticipado la partida del avión hacia territorio estadounidense el sábado.
La orden de confiscación del avión fue emitida por el juez federal Federico Villena en respuesta a la solicitud de la Corte del Distrito de Columbia en Estados Unidos, que está investigando posibles vínculos del avión con el terrorismo internacional.
La aeronave, un Boeing 747 Dreamliner de carga, pertenecía originalmente a Mahan Air y actualmente es propiedad de Emtrasur, una filial de Conviasa, una empresa estatal venezolana. Ambas empresas están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Antes de la partida del avión, el juez permitió la salida del país de los 14 venezolanos y 5 iraníes que conformaban la tripulación, aunque nunca se reveló el propósito de su presencia en la zona.