Bicentenario de la Batalla de Carabobo: una historia tergiversada por el régimen

0
442

La desviación de los verdaderos hechos históricos por parte del chavismo no es capricho, es más bien una especie de estrategia. Elías Pino Iturrieta, escritor e historiador venezolano, dijo a El Nacional que al cambiar la historia de la sociedad se crea una docilidad que permite el asentamiento de la dictadura

Por Erika Hernández – El Nacional

Este 24 de junio de 2021 se conmemora el bicentenario de la Batalla de Carabobo, el evento bélico más importante de la época de la independencia de nuestro país, y cuya historia ha sido tergiversada por el régimen chavista al pasar de los años. Desde la presidencia de Hugo Chávez las fechas patrias se han politizado e incluso se ha pretendido establecer un vínculo entre la epopeya de la Independencia y la llamada revolución del siglo XXI. EL uso excesivo de la imagen del libertador Simón Bolívar, lejos de causar interés en los ciudadanos, ha provocado cansancio y rechazo, generando en gran parte de la población un desconocimiento total de la verdadera historia de Venezuela.

Esta desviación de los verdaderos hechos históricos por parte del régimen no es capricho, es más bien una especie de estrategia. “No se trata solo de una manipulación sin fundamento sino también de un disparate sin paliativos que pretende cambiar la memoria de la sociedad para acercarla a la locura, a la insania del anacronismo y, por supuesto, a una docilidad que permita el asentamiento de la dictadura”, explicó a El Nacional, Elías Pino Iturrieta, escritor e historiador venezolano.

¿Qué pasó el 24 de junio de 1821?
Para lograr la victoria en Carabobo, Bolívar contaba en su planificación con tres grandes fuerzas: el Ejército del Sur, estacionado en Apure y comandado por José Antonio Páez; el Ejército de Oriente, que reagrupa bajo el mando del general Carlos Soublette; y el Ejército del Norte.

Para dar frente a Miguel de La Torre, Bolívar realizó previamente una serie de operaciones de distracción de las fuerzas enemigas, con la intención de desagruparlas y de confundirlas en cuanto a su intención estratégica.

La principal de estas distracciones, la toma de Caracas, sería obra del Ejército de Oriente, y en especial de las fuerzas mandadas por el general José Francisco Bermúdez. La pérdida de la capital desestructuró toda la formación del ejército de De La Torre, que optó por proteger sus propias espaldas y abandonó su plan de atacar a Bolívar en Guanare. Con este repliegue español también se concretó la caída de Coro y de Barquisimeto.

“Desde la suscripción de los tratados de Armisticio, firmados en Trujillo, y después de la toma de Caracas por Bermúdez en mayo de 1821, se fortalecen las huestes patriotas y Bolívar puede planificar con antelación el encuentro decisivo, que se llevará a cabo en el campo de Carabobo”, relató Pino Iturrieta.

A primera hora del 24 de junio, Bolívar hizo un reconocimiento de la posición de los realistas y ordenó que las divisiones modificaran su marcha por la derecha y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual estaba descubierto.

Al darse cuenta De La Torre de la maniobra, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la altura hacia el Bravos de Apure, los que se vieron en la necesidad de replegarse dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía, el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó y obligó a los españoles a retroceder. De esta forma el batallón liderado por Páez pudo reorganizarse y contraatacar de forma efectiva.

Atacados de frente y por la derecha, los batallones leales al Rey optaron por la retirada. Como último recurso De La Torre le ordenó a un regimiento atacar a la caballería enemiga, pero esta unidad no sólo desobedeció la orden, sino que huyó ante la embestida de las fuerzas de Bolívar. Los rebeldes iniciaron una tenaz persecución del ejército real, la cual fue llevada a cabo hasta Valencia.

Carlos Cruz, presidente de la Academia de Historia de Carabobo, dijo a El Nacional que luego de esta batalla en 1821, pasaron dos años para que ocurriera la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y la toma de Puerto Cabello, que fue el último reducto del imperio español en Venezuela.

Si bien la guerra de la Independencia no culminaría sino hasta 1823, el poder de los españoles en Venezuela quedó prácticamente liquidado tras la Batalla de Carabobo. Esto le permitió a Bolívar iniciar las Campañas del Sur mientras que sus subordinados acababan la lucha en Venezuela.

“Han distorsionado la historia”
Desde la presidencia de Chávez el régimen ha estado contando su propia versión de lo ocurrido en la historia de Venezuela. Han hecho uso excesivo de la imagen de algunos próceres, en especial del Libertador, mientras que han buscado desvirtuar a otras importantes figuras de la época independencia del país.

“Han distorsionado la historia, más de lo que ya venía distorsionándose en el pasado. Han comparado a nuestros próceres casi que con los dioses del Olimpo, y además han hecho uso excesivo de la imagen del Libertador que lo que ha hecho es agotar a los ciudadanos y en los jóvenes se ha provocado un rechazo. Es una historia de fanatismo totalmente desvirtuada”, señaló Cruz.

El historiador indicó que el régimen busca promover la cultura indígena por encima de todo; sin embargo, dijo, los venezolanos son producto de la mezcla de razas, incluyendo la española.

“Por ejemplo, han sacado del papel completamente al general José Antonio Páez, que fue un personaje importantísimo en la historia de la independencia, porque según ellos traicionó a Bolívar, lo que es totalmente ignorante. Lo mismo pasa con Francisco Fajardo, que cabe destacar era hijo de un español con una indígena de la isla de Margarita”, indicó.

Pino Iturrieta, por su parte, señaló que el chavismo busca hacer creer que actualmente estamos viviendo un segundo capítulo de la Batalla de Carabobo. “Los acontecimientos del siglo XIX reaparecen en el siglo XXI, los próceres resucitan para militar en el PSUV, Negro Primero se hace cargo de una nueva promoción de milicianos, que no se enfrentan a Madrid, sino al tenebroso Washington”, dijo.

Alertó que el régimen pretende cambiar la memoria de la sociedad, como parte de su plan para acentuarse en el poder.

“Quieren que, desde la niñez, la sociedad se habitúe a recordar de acuerdo con los intereses de los nuevos monitores, es decir, a referirse al pasado como jamás se refirieron a él los antepasados desde la época de la fundación de la República. La mutación de la memoria puede desembocar en una modificación de los valores y de los sentimientos de republicanismo que han dado soporte a nuestro entendimiento de los asuntos públicos. Tal es la oscura meta que persiguen y sobre la cual se debe alertar cuando se aprovechan de unas efemérides para machacarla”, advirtió.

El año pasado, Nicolás Maduro designó una comisión especial para encargarse de los preparativos para la conmemoración de los 200 años de la victoria de la Batalla de Carabobo.

Entre las principales tareas que realizó esta comisión, se encuentra un monumento levantado en el Campo de Carabobo, ubicado en el municipio Libertador de Valencia. “La obra abstracta representa el temple de los patriotas que lucharon hace 200 años, guiados por la espada libertaria de Simón Bolívar”, según una nota de prensa publicada en VTV.

El monumento de 30 metros de altura simula la réplica del sable del Libertador. Otras esculturas se levantan en la parte posterior, y representan a los lanceros de Páez.

Se desconocen los montos de inversión de cada obra ejecutada en los últimos seis meses en relación con la celebración de los 200 años de la Batalla de Carabobo. Toda la información que se conoce acerca de estos trabajos ha sido suministrada por comunicados de prensa.

Entre los preparativos, también se anunció la creación de una Ruta Bicentenaria, un plan de embellecimiento de las fachadas de las viviendas de los alrededores de Campo de Carabobo. Habitantes de zonas aledañas denunciaron que esto no se llevó a cabo en su totalidad, y denuncian deficiencias en los servicios de agua y atención sanitaria.

En la ciudad de Caracas, la alcaldía del municipio Libertador ordenó pintar de gris las santamarías de los negocios y además colocar el logo del Bicentenario. De no cumplir, los establecimientos podrían enfrentar multas de hasta 500 dólares, una situación que generó rechazo entre los comerciantes.

El 23 de junio se llevó a cabo una “escenificación pedagógica de la Batalla de Carabobo con estudiantes del territorio escolar Libertador”.

Sobre esto, el presidente de la Academia de Historia de Carabobo advirtió de inconsistencias históricas. “Por ejemplo, poner a los llaneros vestidos como llaneros, y en esa batalla todo el ejército patriota usó uniforme”, indicó.

Pese a que en los últimos años los clásicos desfiles en el Campo de Carabobo han estado suspendidos, este año sí se llevará a cabo. Además de la presentación del Ejército y la Aviación, el régimen tiene planeado otras actividades en el lugar.

El historiador Pino Iturrieta señaló que las conmemoraciones patrióticas en el país han sido secuestradas por la fuerza militar, por lo que actualmente hay una distancia entre el pueblo y la celebración de su historia.

“El asunto de las conmemoraciones patrióticas ha venido de capa caída desde los tiempos de la democracia representativa. Han sido secuestradas por la fuerza militar. En la mayoría de los casos no han contado con el calor de la sociedad. Ahora se mantiene la distancia entre el pueblo y la celebración de su historia, pese a que la han tratado de convertir en prólogo del chavismo, o tal vez precisamente por eso”, puntualizó.

Rescatar la historia del país
La Academia Nacional de Historia, la Academia de Historia del estado Carabobo, y la Universidad Central Venezuela han estado impulsando eventos para rescatar la historia del país.

El pasado 15 y 16 de junio se llevó a cabo un seminario de historia nacional, y desde el mes de mayo se organizó un ciclo de conversatorios que culminarán este jueves.

Cruz señaló que estas actividades continuarán a lo largo del año, ya que es la única forma que los académicos tienen para mantener viva la verdadera historia de Venezuela.