El presidente de EE.UU., Joe Biden, trató de coordinar este viernes con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, una estrategia común ante el flujo «sin precedentes» de migrantes que está llegando a la frontera común.
EFE
Ambos líderes mantuvieron una reunión virtual que la Casa Blanca calificó de «constructiva» y López Obrador tildó de «cordial», en un momento en el que Biden está preocupado por la llegada a la frontera sur estadounidense de una cifra de indocumentados inédita en dos décadas.
«La mayor parte de la conversación estuvo centrada en migración, y trató sobre (…) dar pasos para reducir la migración en la frontera (común)», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
El encuentro virtual, al que la prensa no tuvo acceso, se produjo pocas semanas antes de la IX Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio en Los Ángeles (California) y en la que es probable que ambos líderes se vean en persona.
RÉCORD DE LLEGADAS EN MARZO
Biden y López Obrador estuvieron de acuerdo en la necesidad de crear «herramientas más fuertes» para gestionar los incrementos en la migración regional dada la llegada «sin precedentes» de inmigrantes de todo el hemisferio a ambos países, según indicó la Casa Blanca en un comunicado.
«Para lograrlo, acordaron mejorar la colaboración para dar apoyo a los esfuerzos justos, humanos y efectivos para reducir la migración irregular y avanzar en el objetivo compartido de que los países de la región mejoren su capacidad de gestionar sus fronteras», apuntó el comunicado.
En marzo se registró un récord inédito en 22 años en las detenciones de indocumentados en la frontera de EE.UU. con México: las autoridades fronterizas interceptaron a migrantes 221.303 veces, el 33 % más que en febrero, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP).
La nacionalidad de los migrantes que llegan está cambiando también: el 40 % de los interceptados en marzo no eran ni de México ni de países centroamericanos, y muchos llegaron de Cuba, Nicaragua o Colombia, de acuerdo con los mismos datos.
De momento, Estados Unidos deporta automáticamente a la mayoría de los indocumentados que llegan a su frontera sur, sin darles la oportunidad de solicitar asilo, en virtud de una norma conocida como Título 42 y que está amparada en la pandemia.
EL INCIERTO FUTURO DEL TÍTULO 42
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses (CDC, en inglés) anunciaron recientemente su plan de rescindir el próximo 23 de mayo esa norma, que se impuso en 2020 bajo el mandato de Donald Trump y que Biden ha mantenido.
No obstante, ese plan está en manos de un juez de Luisiana, que ha suspendido por 14 días los preparativos de la Administración para acabar con esa norma.
El magistrado ha fijado una audiencia para el próximo día 13 de mayo, en la que podría adoptar una resolución definitiva sobre el futuro del Título 42.
Aunque no está claro si la medida acabará finalmente el 23 de mayo, el tema ha entrado con fuerza en el debate político de Estados Unidos, donde la oposición republicana trata de sacar rédito partidista a la perspectiva de una ola migratoria masiva cuando acabe esa norma.
A seis meses de las elecciones legislativas de noviembre, la Casa Blanca quiere evitar una crisis humanitaria en la frontera que pueda perjudicar a los candidatos demócratas, y ya prepara un plan para reforzar la zona limítrofe con México.
MARCAR DISTANCIAS CON TRUMP
La llamada entre Biden y López Obrador se produjo en ese contexto, pero la Casa Blanca no aclaró si el presidente estadounidense hizo alguna petición concreta al mexicano para que refuerce la frontera sur de México e impida el paso de más inmigrantes indocumentados que se dirijan a EE.UU.
Eso sí, la portavoz de la Casa Blanca quiso distinguir la postura del presidente estadounidense de la de su predecesor, y recalcó que Biden no estuvo «amenazando al presidente mexicano en ningún sentido», como sí hizo Trump.
El encuentro virtual entre Biden y López Obrador se produjo una semana antes de que éste emprenda un viaje por Cuba y Centroamérica, países de origen de muchos de los migrantes que están llegando a la frontera común.
Ambos presidentes acordaron que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, visitará Washington este lunes «para avanzar en temas de cooperación para el desarrollo y sobre la Cumbre de las Américas», reveló López Obrador en un tuit tras la llamada.
Biden ha adelantado que su principal objetivo en la Cumbre de las Américas es «trazar un nuevo enfoque regional para mejorar la forma» en que se gestiona «de manera conjunta la migración en la región para la próxima década», afirmó en un comunicado este mes.
Incluso si Estados Unidos rescinde el llamado Título 42, el Gobierno de Biden pretende «expandir de forma significativa» las expulsiones rápidas de indocumentados en la frontera a través del Título 8, que es la norma estándar por la que EE.UU. realiza las deportaciones, según la Casa Blanca.