¡CAOS TOTAL! Maduro flexibilizará la cuarentena sin garantizar gasolina ni servicios

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Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio afirman que sin electricidad, agua ni gasolina no pueden volver a poner en marcha la reducida máquina productiva de Venezuela, prácticamente paralizada desde que el gobierno de Nicolás Maduro impuso una cuarentena a partir del 17 de marzo por el coronavirus

Carlos Seijas Meneses / TalCual

Tras más de dos meses con la economía prácticamente paralizada, Nicolás Maduro anunció que a partir del próximo lunes 1º de junio se activará un plan especial para flexibilizar la cuarentena, en medio de una crisis de gasolina y de los servicios públicos, además de un repunte de los casos de covid-19.

Las cúpulas gremiales (Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio) afirman que sin electricidad, agua ni gasolina no pueden volver a poner en marcha la reducida máquina productiva de Venezuela, prácticamente parada desde que el gobierno impuso la cuarentena a partir del 17 de marzo por el coronavirus.

Felipe Capozzolo, presidente de Consecomercio, sostiene que por más que la población, los comerciantes y los empresarios quieran trabajar, no podrán hacerlo mientras no se garanticen la electricidad, el agua potable y la gasolina para el transporte de los trabajadores, de la materia prima y de la mercancía, servicios que son responsabilidad exclusiva del Estado.

«El Estado tiene que decir qué va a hacer con los servicios públicos. Puede dar todo el permiso que quiera y permitir que las empresas reactiven sus actividades, pero si no hay servicios públicos y especialmente acceso a la gasolina quedamos en las mismas».

Hasta mediados de mayo, 90% de los establecimientos comerciales en Venezuela se encontraba paralizado desde que el gobierno decretó el 13 de marzo el estado de alarma. El otro 10%, que son comercios de alimentos, medicinas y prestadores de servicios, han operado en condiciones adversas por la crisis de los servicios públicos y la escasez de gasolina.

Entre el 13 de marzo y el 30 de abril se reportaron 19.090 interrupciones del servicio eléctrico, cifra que supera las 18.221 fallas que se reportaron en los 12 meses de 2017, de acuerdo con el Comité de Afectados por Apagones.

Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras, sostiene que si bien la noticia del levantamiento gradual de la economía es positiva, está cargada de una incertidumbre principalmente estructural por problemas que engloba la cotidianidad de los venezolanos y de las empresas, como las fallas de electricidad, de agua y la escasez de gasolina.

La falta de combustible es, de hecho, la tercera de las cinco principales preocupaciones del sector empresarial venezolano en medio de la crisis por el coronavirus, después del flujo de caja y la salud de los trabajadores. La viabilidad del negocio y la baja en las ventas son las otras dos inquietudes de los empresarios, de acuerdo con una encuesta realizada por la firma PGA Group durante los días 12 al 15 de mayo a 191 empresas, de las cuales 76% son locales y 24% multinacionales.

«En principio no depende de nosotros el tema del combustible, corresponde al gobierno nacional, y esperamos que con la llegada de los buques el problema se vaya solucionando», dice Luigi Pisella, director de Conindustria.

Según un estudio realizado por el gremio entre el 13 y el 16 de mayo, tres de los principales factores que han afectado la manufactura en medio de la cuarentena han sido la falta de combustible para el transporte de personas y de mercancías, así como el cierre de vías, sumado a la discrecionalidad de algunos funcionarios, las fallas de los servicios básicos (electricidad, agua y comunicaciones), y el alza de precios en fletes y transporte de mercancías, como consecuencia del bachaqueo de la gasolina en el mercado negro, donde el litro lo revenden hasta en cuatro dólares.

Conindustria afirma que el sector manufacturero está preparado para reiniciar ordenada, programada y paulatinamente las labores en los establecimientos fabriles. Según PGA Group, 68% de las empresas está trabajando en su plan de retorno y un 17% lo tiene ya listo. El sector que manifiesta tenerlo ya listo en mayor proporción es el sector industrial, así lo expresaron un 38% de sus empresas.

«Todos los sectores deben reactivar sus actividades, cumpliendo los estrictos protocolos de prevención no solo en las industrias, sino comenzando por los trabajadores desde sus casas, en los sistemas de transporte, hasta la llegada a las empresas. Quizás algunas funciones se podrán efectuar a distancia, pero la parte operativa no», agrega Pisella.

El economista Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, señala que las empresas pueden evaluar acuerdos que consistan en permitir que una parte importante de sus trabajadores siga trabajando desde las casas, y otra, la que necesariamente tiene que estar presente, vaya a las oficinas manteniendo la distancia adecuada y cumpliendo con los protocolos de higiene y seguridad.

El experto recuerda que el gobierno aisló a toda la población venezolana en el momento en que había pocos casos, y que ahora se ve en el reto de flexibilizar para que las empresas no quiebren y para que las personas puedan tener recursos. «Pero esa flexibilización ocurre en el peor momento de la contaminación, cuando la curva está creciendo, lo cual es completamente contradictorio».

De hecho, entre el 16 y el 27 de mayo el número de contagiados por covid-19 registró un pico al sumar 786 casos positivos, frente a los 459 que el gobierno reportó desde el 13 de marzo hasta el 15 de mayo.

Reabrir con protección
No obstante, el presidente de Datanálisis coincide en que es necesario levantar la cuarentena pero por fases y de manera muy controlada, como han hecho otros países. «Hay que ir incorporándose con protección, con aislamiento, con mucho distanciamiento social y con mucha higiene. Se puede empezar a desmovilizar algunos segmentos no esenciales de la población».

«Todo tiene que hacerse poco a poco», insiste León. «Es la única manera de irlo haciendo, y aun así nadie tiene la garantía de que esto no haga que se recrudezca la penetración, porque lamentablemente no volveremos a la normalidad hasta que no haya una vacuna y eso, en mi opinión, todavía no está cerca. Pero es vital comenzar porque de lo contrario explotaría un país que no puede mantenerse parado«.

En este sentido, Capozzolo llama a todos los comerciantes a cumplir las siguientes recomendaciones: controlar el aforo, es decir, la cantidad de clientes dentro de los locales; respetar el distanciamiento físico entre 1,5 y 2 metros; dotar y usar los implementos de seguridad, como tapabocas y guantes; y aplicar las medidas de higiene, como el lavado de manos y la toma de temperatura.

«Son cuatro medidas totalmente trasversales a todo el sector del comercio. El regreso tiene que ser seguro porque vamos a seguir conviviendo con la covid-19 hasta que, primero, se descubra un tratamiento eficaz y, segundo, hasta que aparezca una vacuna, y eso al parecer no es rápido».

Indica que si bien comercios como repuestos de vehículos e industriales, servicios técnicos y otros sectores que prestan apoyo a los que ya están trabajando pueden ser los primeros en reactivarse, si se toman las cuatro recomendaciones todo el comercio pudiera volver a trabajar, aunque quizás tengan que esperar un poco más de tiempo los restaurantes y otros locales como bares y discotecas.

Economía en caída libre
Antes de que Maduro anunciara oficialmente un levantamiento progresivo de la cuarentena, algunos sectores considerados «no esenciales» han venido rompiendo el confinamiento ante la imposibilidad de mantenerse paralizados en medio de la peor depresión económica de la historia del país y la ausencia de medidas económicas de estímulo que permitieran a las empresas sufragar sus gastos durante la temporal paralización de sus actividades.

Conindustria sostiene que el daño ocasionado al sector productivo, comercial e industrial y, como consecuencia, al empleo, por efecto no solo de la pandemia de la covid-19, sino de la coyuntura política y económica, es de incalculables dimensiones. Señala que el estado de alarma ha acelerado el deterioro que ya venía experimentando el sector manufacturero, que antes de la pandemia operaba a 21% de su capacidad instalada.

Según el gremio, 62% de la industria nacional no está operando. La capacidad utilizada en este momento, incluyendo sectores prioritarios, se ubica en 12%, mientras que la capacidad utilizada sin incluir los sectores esenciales es de 8%.

Áreas de la industria como autopartes, vestido y de cerveza se encuentran totalmente paralizadas. Otros sectores como artes gráficas, plástico, metalúrgico, especies alcohólicas, vidrio y calzado están utilizando menos de 15% de su capacidad operativa.

La firma Ecoanalítica calcula que en un escenario alternativo de crisis de combustible y mercado petrolero adverso, la economía venezolana puede caer hasta 32,7% en base interanual.