La severa crisis económica, caracterizada por una hiperinflación de más de tres años y caídas históricas del PIB, es una de las ‘facetas’ del gobierno de Nicolás Maduro que apunta al populismo, la incompetencia y la corrupción.
Así lo considera el economista Jesús Casique, quien en Twitter refirió:
“Default, HIPERINFLACIÓN 37 meses, caída del PIB 28 trimestres, desempleo 54,4%, POBREZA TOTAL 96,2% caída de la producción petrolera, son todas facetas de una misma tragedia económica inducida por el dogmatismo, el populismo, la incompetencia y la corrupción”.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya emitió su informe con respecto a las economías mundiales, Venezuela tocará récord importantísimos este año, pero no son nada alentadores: la mayor inflación, la segunda mayor caída del PIB (solo superada por Libia) y la mayor tasa de desempleo del planeta.
“Socialismo Siglo XXI”, señala Casique.
Venezuela afronta una crisis sin precedentes y ya existente antes de la pandemia, donde la hiperinflación ha causado niveles de extrema pobreza no vistos, ante un sueldo que no supera los dos dólares mensuales. La crisis, de acuerdo a otros economistas, también es debida a las sanciones que llegaron para terminar de destruir la ya golpeada actividad económica del país.
Dicen Luis Oliveros y Francisco Rodríguez que, si bien no sería otra Venezuela, si no existiesen las sanciones que afectan a los ciudadanos, habría una mejor calidad de vida; pero ya que existen, se ve reflejada la realidad en los más empobrecidos y con menos capacidad de subsistir.
“Las sanciones tienen daños colaterales. Es ese tipo de cosas que quienes las incentivan nunca las han tenido en cuenta. (…) Aquí las sanciones están atacando al 99,99% de los venezolanos que no tenemos responsabilidad del desastre político que se ha vivido. Somos víctimas y las sanciones han incrementado el sufrimiento del venezolano en una economía que ya genera sufrimiento”, sostiene Oliveros.
“Las sanciones personales no afectan al ciudadano común, pero las que son a Pdvsa sí, y lo afectan desde el punto de vista muy simple que es que en Venezuela las importaciones se hacen esencialmente con ingresos petroleros”, comenta Rodríguez.