Según datos oficiales divulgados por las Secretarías regionales de Salud, el país llegó a esa cifra casi cinco meses de la confirmación de la primera víctima mortal
Brasil superó este sábado la barrera de las 100.000 muertes por coronavirus, casi cinco meses después de la confirmación de la primera víctima mortal en el país, según datos oficiales divulgados por las Secretarías regionales de Salud.
Con 538 fallecimientos desde la víspera, el gigante sudamericano sumó así 100.240 decesos por la enfermedad. En tanto, el número de contagios roza los 3 millones: llegó a 2.988.796 con 21.732 nuevos casos. Es el segundo país más afectado del mundo después de Estados Unidos.
Este sábado, la icónica playa de Copacabana en Río de Janeiro amaneció cubierta de cruces negras y globos rojos para rendir un homenaje a las víctimas que ha dejado la pandemia y protestar por la forma en la que el Gobierno de Jair Bolsonaro ha conducido la crisis sanitaria.
Para homenajear a quienes perdieron la vida por la COVID-19, mil globos inflados con helio fueron esparcidos en la playa más famosa de Brasil y un centenar de ellos permanecieron anclados sobre cruces negras simbolizando a las víctimas que perdieron la vida en su lucha contra el virus.
El tributo, organizado por la ONG Río de Paz, vinculada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también fue escenario de protesta por la gestión del Gobierno del jefe de Estado frente a la pandemia, uno de los más escépticos sobre la gravedad de la enfermedad, a la que ha llegado a calificar de “gripita”.
De manera pacífica, la manifestación se sintetizó en un cartel de cuatro metros de largo que fue plantado frente a las cruces.
Con la frase “100 MIL: ¿Por qué somos el segundo país en número de muertos?”, el cartel resumía el sentir de muchos brasileños pero sobre todo el de los familiares de las víctimas, muchos de los cuales han sentido el abandono del Gobierno, la ineficacia de los servicios públicos de salud y la falta de empatía.
“Está equivocado el que cree que esto (COVID-19) es una fake news, que es una cosa política. Este aquí es Hugo, mi hijo de 25 años, él no era político, él era un ciudadano, era una persona que murió de COVID-19 a los 25 años”, aseguró a la agencia de noticias EFE Marcio Antonio do Nascimento Silva, un taxista que perdió a su hijo en Río, al comienzo de la pandemia.
“A las personas que no tienen empatía, que creen que porque no les ha pasado a ellas pueden criticar, espero que (esto) no pase con ustedes. Procuren cuidarse, usar mascaras, alcohol gel. Yo soy víctima de COVID, yo tuve COVID y conseguí curarme, pero muchas personas no se curan como Hugo, que no se curó”, agregó.
En medio de la desescalada gradual que se adelanta en Río de Janeiro por la pandemia, cientos de curiosos acompañaron la jornada que se ubicó frente al emblemático hotel Copacabana Palace, una joya arquitectónica de la ciudad, fundado en 1923 e incluido en la lista del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil.
Mientras unos criticaron el homenaje por considerarlo “una payasada” y tildarlo un acto “de izquierda”, otros defendieron la simbología del tributo y pidieron respeto.
El homenaje terminó con la soltura de los globos que abandonaron la playa y se esparcieron por el cielo azul de la ciudad.