CÓMO ES LA NUEVA OLA DE COVID 19: la nueva pandemia para los no vacunados y los que tienen una sola dosis

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Para algunos expertos la crisis sanitaria mundial finalizará cuando el 60% de la población mundial esté vacunada. Por qué mirar solo el crecimiento de los contagios es una visión sesgada

Por Juan Dillon / Infobae

¿El virus o las vacunas ganarán la carrera? A pesar que la campaña de vacunación ha tomado un mayor vigor en el mundo, la aparición de la variante Delta, identificada por primera vez en India y considerada un 60% más contagiosa, ha cambiado la situación y vuelve a poner a las autoridades sanitarias en estado de alerta global.

A pesar de los esfuerzos, los científicos advierten sobre la naturaleza casi inevitable de una nueva ola o rebrote, siendo indispensable la necesidad de darle el mejor impulso a la estrategia de inmunización.

“Debemos vacunar alrededor del 60% de la población mundial para detener la epidemia de Covid-19”, sostuvo en una entrevista al diario francés Le Monde, Bruce Aylward, experto de la Organización Mundial de la Salud, quien se mostró preocupado por la reanudación descontrolada de una epidemia en los países más vulnerables y ante la falta de solidaridad de los países ricos en una distribución equilibrada de inoculantes.

Sin embargo, la información sobre el crecimiento de los contagios, producto de la nueva variante predominante, puede dar una imagen sesgada del estado actual de la pandemia. Para los epidemiólogos los datos de propagación diaria son un enfoque distorsionado por la irrupción de las vacunas, debiéndose cambiar a las admisiones hospitalarias y las muertes, ya que los sueros anti covid han roto el vínculo entre las infecciones y las necesidades de atención médica. Esto cambia el curso de la crisis sanitaria.

“Creo que tendremos una nueva oleada pero que será mucho más matizada que las primeras porque hay un nivel de vacunación que no es para nada igual”, explicó el presidente del consejo científico francés, Jean-François Delfraissy.

Para los expertos el futuro de la pandemia tendrá distintas velocidades. Delfraissy sostiene que la crisis terminará cuando “el 100% de la población haya sido vacunada o contaminada. Y probablemente sea en 2022, al menos en los países ricos”

A nivel mundial, la OMS tiene como objetivo una cobertura de vacunación del 10% para fines de septiembre y del 30% al 40% para fines de año. El 70% podría alcanzarse a mediados de 2022. Las autoridades del organismo reclaman que el objetivo sea más ambicioso.

Contagios, fallecidos y testeos.

Una cuarta parte del planeta ha recibido al menos una dosis, pero esto afecta a menos de una de cada cien personas en los países más pobres. Esto reconfigura la pandemia, un rebrote especialmente sobre los “no vacunados” y los de “una sola dosis”, es decir sobre poblaciones vulnerables.

Mientras tanto, y con un rebrote que analiza el mundo, los datos en condiciones reales en Inglaterra muestran que las vacunas reducen el riesgo de hospitalización en un 80% después de una dosis y en un 96% después de dos dosis. Esto no significa que el riesgo sea cero, como explica el experto en estadisticas David Spiegelhalter en una columna publicada por el diario británico The Guardian.

Según él, una persona de 80 años que está completamente vacunada corre tanto riesgo como una persona de 50 años que no lo está en absoluto. Para el especialista, considerando que las vacunas son eficaces pero no perfectas, el riesgo letal se reduce a menos de una vigésima parte de su valor habitual.

Pero además, observar solo los contagios puede dar un situación parcial del curso del virus. Los analisis en Inglaterra reflejan que la prevalencia comunitaria del coronavirus actualmente es cinco veces menor que cuando el país tenía números de casos similares el año pasado.

El martes, Reino Unido registró 20.479 casos, y el total de siete días aumentó en un 72 por ciento. Al observar los datos de casos diarios, se podría suponer que el país se encuentra ahora en una situación similar a mediados de diciembre, cuando se informaron alrededor de 20.000 infecciones diarias.

Sin embargo, el 13 de diciembre, cuando los casos alcanzaron un promedio de 20.263, se estaban realizando 340.285 hisopados cada día, en comparación con las tasas actuales de de 922.622. El análisis, presentado por el diario The Telegraph, también explica que la prevalencia comunitaria debe haber sido mayor la última vez que el país informó cifras similares.

La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) confirma estas presunciones. Los datos semanales muestran que sólo 1 de cada 440 personas en la comunidad en Inglaterra tiene actualmente una infección por coronavirus. Cuando experimentaron cifras diarias similares, la prevalencia comunitaria era de 1 en 85, cinco veces más alta de lo que es ahora.

Los datos sugieren que si estuviéramos analizando a la misma cantidad de personas que el año pasado, se deberían estar detectando unos 7.536 casos por día.

Ahora afecta a los mas jóvenes

Los contagios entre jóvenes es otro factor que explica el nuevo camino que sigue el SARS-CoV-2. España lo vive en el último giro que ha dado la curva epidémica.

Los casos nuevos llevaban en descenso desde abril, aunque en las últimas semanas la caída era cada vez más paulatina y el pasado miércoles rompió finalmente la tendencia y empezó a repuntar hasta los 117 casos por 100.000 habitantes de este miércoles.

La novedad, entre los infectados, irregular por grupos de edad, comienza a centrarse, esencialmente, en veinteañeros y adolescentes. En esta población la incidencia acumulada a 14 días supera los 287 casos por 100.000 habitantes, mientras entre los jóvenes de entre 20 y 29 años, se dispara 73 puntos en un día hasta los 366 casos.

Este grupo es el más desprotegido porque, además de ser los menos alcanzados por las vacunas, por su comportamiento social, de más movilidad e interacción, alientan la transmisión del virus. En este escenario, debe recordarse el levantamiento en casi toda Europa de las restricciones por la pandemia. La vuelta a muchas de las actividades, como las salidas nocturnas, es un cóctel perfecto para nuevas infecciones.

Israel bajo observación

El caso israelí también es importante porque los brotes arrancaron en varias escuelas. El miércoles se confirmaron unos 307 nuevos casos de coronavirus, según una actualización del Ministerio de Salud. La cifra marca el número más alto en más de dos meses. Sin embargo, junio también fue el mes con el menor número de víctimas de COVID desde el comienzo de la pandemia: sólo seis personas fallecieron por coronavirus.

De unas 60.000 pruebas analizadas, un 0,6% dieron un resultado positivo. Si bien la tasa sigue siendo baja, comparado con el pico de la pandemia donde llegó a pasar los 10 puntos porcentuales, la tasa se alejó del 0,2%, marca que Israel se jactó tener durante varias semanas en mayo y principios de junio.

Aún un con estos datos, un crecimiento progresivo de contagios, el número de pacientes graves hasta ahora solo ha aumentado ligeramente. Sin embargo, teniendo en cuenta brecha entre el tiempo de contagio, a la manifestación de un cuadro grave, generalmente alrededor de dos o tres semanas, los expertos creen que será crucial observar lo que sucede en los próximos días.

Convivir con el coronavirus

El primer ministro ingles, Boris Johnson, ya sostuvo que la próxima apertura será con medidas. Confirmar que los británicos deberán convivir con el coronavirus no es noticia para nadie.

En todos los casos, los expertos coinciden en que la clave para frenar la propagación del virus es realizar una fuerte vigilancia epidemiológica y un rastreo de contactos estrechos para cortar las cadenas de transmisión.

Como parte del planteo del Reino Unido, incluir “clínicas de vacunación” en las escuelas, la pedagogía entre los jóvenes también será central. La aceleración de los planes de inmunización, en todas las poblaciones aún no alcanzadas, será otro de los hitos para neutralizar la virulencia de esta nueva variante.

En lo que discrepan las autoridades es en la conveniencia de dar marcha atrás en las desescaladas. Para algunos, hasta que no impacte en los sistemas hospitalarios, no debería restringirse la vida a la gente. Los profesionales de la salud suelen discrepar con esta idea y consideran necesario no esperar a que llegue un aluvión para reaccionar.

Hans Kluge, director de la OMS en Europa, sostuvo que una nueva ola de infecciones es inevitable si la gente y los políticos no se mantienen disciplinados. La semana pasada, el número de nuevos casos aumentó en un 10%, impulsado, dijo Kluge, por el aumento de la mezcla, los viajes, las reuniones y la flexibilización de las restricciones sociales.

“Habrá una nueva ola en la región europea de la OMS a menos que seamos disciplinados”, dijo el funcionario, en paralelo a la preocupación del organismo por la situación en creciente en África y una América del Sur descontrolada.