Cómo salió Venezuela de la hiperinflación y qué significa para la golpeada economía del país

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Cuatro años y dos reconversiones monetarias después, Venezuela sale del ciclo de hiperinflación en el que se encontraba desde 2017.

Por Daniel González Cappa / bbc.com

El Banco Central de Venezuela (BCV), la institución público bancaria del país, dio a conocer el sábado las cifras de inflación: según el Índice Nacional de Precios al Consumidor, la variación intermensual de precios en diciembre fue del 7,6%.

Esto significa que Venezuela ha cumplido exactamente doce meses con una variación por debajo del 50%, considerado por los expertos como el umbral de la hiperinflación.

Y no solo eso, sino que además Venezuela lleva ya cuatro meses consecutivos con una variación inflacionaria de un solo dígito. La inflación en septiembre de 2021 fue de 7,1%, la de octubre 6,8%, la de noviembre 8,4% y la de diciembre 7,6% según los mismos datos del ente emisor.

Esto no toma por sorpresa a muchas personas. El mismo mandatario nacional, Nicolás Maduro, había dicho días atrás que Venezuela había cerrado el ciclo de hiperinflación en una entrevista para el canal Telesur.

“Yo puedo declarar políticamente, con el resultado del manejo de la inflación entre los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, que ha sido de un dígito con tendencia a la baja, que Venezuela abandona el estado de hiperinflación”, dijo el mandatario.

¿Pero qué significa esto? ¿Y qué consecuencias acarrea para la economía venezolana, que ha tenido que enfrentar una de los procesos hiperiflacionarios más largos de la historia moderna?

Buenas y “no tan buenas” noticias
Para Luis Oliveros, profesor y economista de la Universidad Metropolitana, el fin del ciclo hiperinflacionario representa “una excelente noticia”.

El experto destaca que Venezuela ha pasado por cuatro años con variaciones “que superaban el 100% y hasta más. Era (una inflación) demasiado alta”, le dice a BBC Mundo.

Este ciclo había empezado en el último trimestre de 2017 cuando se registró una inflación mensual de 56,7%, superando así el umbral. Ese año, según el BCV, la inflación anual fue de 862,6%.

Pero eso no fue sino un preámbulo de lo que se avecinaba. 2018, el año en que se disparó la hiperinflación, cerro con una tasa de 130.060%; y la economía entre 2013, cuando cayeron los precios del petróleo, y 2018 se contrajo un 47,6%.

Fue a partir del primer trimestre de 2019 que el alza de los precios se fue desacelerando, registrándose variaciones por encima del umbral del 50% solo en momentos específicos.

La última vez que Venezuela registró una variación mensual por encima del 50% fue en diciembre de 2020, cuando los precios aumentaron un 77,5%. Desde enero de 2021 y hasta hoy, Venezuela no ha registrado variaciones mensuales por encima de los 50 puntos.

Economistas como Oliveros ya habían presenciado este tendencia y aseguraban que Venezuela saldría de la hiperinflación entre finales de 2021 y los primeros meses de 2022.

Sin embargo, esto no son necesariamente buenas noticias para la nación petrolera.

Y es que la de Venezuela, ya incluso sin el prefijo de “hiper”, sigue teniendo hoy la inflación más alta del mundo. Según el mismo BCV, 2021 cerró con una inflación acumulada anual de 686,4%.

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