Con María Corina hasta el final de las ilusiones electorales

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Con Informacion de El Nacional

María Corina Machado ganó de manera contundente en las primarias de la falsa oposición, lo cual plantea la interrogante sobre si esta victoria representa una posibilidad real de sacar al chavismo del poder o si simplemente es otro engaño más en nombre de la liberación del pueblo venezolano. Para evaluar cuantitativamente el evento, es importante considerar la participación de los votantes en relación con otros eventos similares organizados por la falsa oposición. Aunque no se tienen cifras definitivas, se estima que la participación oscila entre 2,5 y 3 millones de electores.

Estos números representan una cifra cercana a los 3 millones de votantes que eligieron a Henrique Capriles Radonski en 2012 en un evento similar, pero aún está lejos de los 7,5 millones que participaron en la Consulta Ciudadana de 2017. Hay varios factores que explican esta diferencia, como la difícil situación económica y social en Venezuela, que ha llevado a más de 10 millones de venezolanos a emigrar, así como las manipulaciones del régimen chavista para sabotear las elecciones. También es importante considerar a aquellos venezolanos que no votaron como rechazo a las políticas negociadoras de la falsa oposición.

A pesar de la propaganda que presenta las primarias como una gesta masiva ciudadana, los números y las imágenes muestran que la mayoría de los votantes son personas que siempre han apoyado la tesis electoral de la falsa oposición. Una votación que superara los 3 millones hubiera significado una verdadera revuelta popular, incluso con la participación de votantes chavistas. Sin embargo, esto no fue el caso y es evidente que los 3 millones de electores representan únicamente a aquellos que aún creen en la falsa oposición, pero no pueden ser considerados como representativos de todo el pueblo venezolano.

El triunfo de María Corina Machado se explica por el reacomodo de las clientelas de los partidos Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, quienes vieron en ella la oportunidad de seguir medrando en la política. Aunque hay un pequeño porcentaje de los votantes que respaldaron a Machado sin filiación partidista, aún están esperando que ella les explique por qué ahora sí se puede votar en una tiranía.

Los resultados de las primarias no fueron una victoria ciudadana, sino una revuelta de las bases y las clientelas de los partidos de la falsa oposición en contra de sus cúpulas. Estas elecciones, organizadas por la falsa oposición y no por la sociedad civil, han pulverizado la credibilidad y legitimidad de los partidos mencionados, cuya representatividad ahora se estima en un modesto 3%.

Sin embargo, esto no significa que estos partidos desaparezcan, al contrario, su nueva fisonomía les permitirá tener mayor influencia en el liderazgo de María Corina Machado y ajustarlo a sus intereses. Voluntad Popular, en particular, ha sido audaz al aliarse con Machado, convirtiéndose en uno de los nuevos dueños y acreedores del liderazgo emergente. A partir de ahora, cualquier crítica al liderazgo de Juan Guaidó será aplastada como un intento de dañar la imagen de María Corina Machado.

Aunque se reconoce a Machado como líder de la falsa oposición y de aquellos que todavía creen en la vía electoral para salir del chavismo, su liderazgo no representa a la mayoría de los venezolanos. Con una participación de 3 millones o menos, es un despropósito considerarla como líder nacional. No están representados la mayoría de los venezolanos que han emigrado ni aquellos que aún permanecen en el país. En el mejor de los casos, su liderazgo se limita al universo de la falsa oposición y a aquellos que aún creen en la vía electoral.

En los próximos meses, María Corina Machado, junto con Voluntad Popular y Primero Justicia, se enfrentará a decisiones cruciales, como si continuar o no con las negociaciones con el chavismo y si acompañar al chavismo en su referéndum consultivo sobre el Esequibo. También tendrán que determinar quién será el candidato que enfrentará a Nicolás Maduro. Sin embargo, el chavismo seguramente utilizará todo su poder para mantener la inhabilitación política de Machado y aquellos que tengan esperanzas en su liderazgo son ingenuos que no han comprendido la naturaleza criminal del régimen.

La realidad pondrá a prueba las tesis electorales de Machado y la falsa oposición en los próximos meses. Sin embargo, el escepticismo se basa en un patrón de conducta que se ha repetido durante los últimos 24 años, con negociaciones seguidas de elecciones y más negociaciones, todo dentro de la Constitución chavista de 1999. Es difícil imaginar que se repita la misma historia o se encuentre la misma piedra después de Machado.

En resumen, la victoria de María Corina Machado en las primarias de la falsa oposición plantea interrogantes sobre su capacidad para sacar al chavismo del poder. Aunque logró un triunfo contundente, la participación de 3 millones de electores no representa a la mayoría de los venezolanos y su liderazgo se limita al universo de la falsa oposición. En los próximos meses, deberá enfrentarse a decisiones cruciales y su liderazgo será puesto a prueba. Sin embargo, es importante mantener un escepticismo basado en la historia política de Venezuela en los últimos 24 años.

@humbertotweets

1 COMENTARIO

  1. El Gozo se la va ir AL POZO en menos de lo que canta un Gallo.

    Esta Sra. cree estar tratando con gente Civilizada y NO una Organización Criminal-Narco-Asesino-Terrorista-Genocida que secuestró al país hace un cuarto de Siglo.

    Machado Jura y Come Moco que estos Narco-Asesinos van a irse tranquilamente y YA.
    Ni siquiera un Retrasado Mental vería esta situación remotamente factible.

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