La representante republicana por el estado de Georgia y defensora pública del movimiento de extrema derecha QAnon, Marjorie Taylor Greene, presentó el día de ayer una serie de documentos con la pretensión de iniciar un juicio político contra el presidente de Joe Biden.
“El presidente Joe Biden no es apto para ocupar el cargo. Su patrón de abuso de poder como vicepresidente durante la Administración de Barack Obama es extenso e inquietante”, afirmó la congresista, reseñó Infobae.
La insistencia de Greene le ha costado el cierre temporal de su cuenta en Twitter por al menos 12 horas.
“El presidente Biden ha demostrado que hará todo lo que sea necesario para rescatar a su hijo, Hunter, y llenar los bolsillos de su familia con efectivo de compañías energéticas extranjeras corruptas”, denunció Greene pese a no indicar los artículos por los cuales sería acusado formalmente.
Las acusaciones de Greene contra Hunter Biden serían por el supuesto delito de tráfico de influencias en el que habría incurrido durante la vicepresidencia de su padre en el gobierno de Obama para lograr tratos con empresas energéticas extranjeras cuando trabajó como consejero para Burisma, una compañía de gas ucraniana.
Una investigación hecha por el Senado de Defensa Nacional también concluyó que Hunter Biden hizo negocios con miembros de la élite empresarial ligados al Partido Comunista Chino. De acuerdo a las pesquisas del Comité del Senado, Biden padre estaba al tanto de todo y habría aprovechado su cargo en la vicepresidencia para influir en los empresarios chinos, reseñó Libertad Digital.
Donald Trump había presionado al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que investigara las supuestas actividades irregulares de los Biden, de acuerdo a Infobae, este sería el primer juicio político al que el expresidente tuvo que enfrentarse donde quedó absuelto.
Por otra parte, Taylor Greene ha sido acusada de mostrar puntos de vistas racistas, además de apoyar públicamente el movimiento conspiracionista de extrema derecha QAnon, catalogado como un movimiento sin base por diversos medios norteamericanos, reseñó The Guardian.
El año pasado, la investigación hecha por los republicanos sobre estas acusaciones a lo a Biden terminó en el abandono del caso al no encontrar evidencias de irregularidades ni pruebas de nepotismo en la ahora familia presidencial.