Este 18 de noviembre se celebra la festividad de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, una fecha que mueve la fe de millones de venezolanos. En tal sentido, a “La Chinita”, como es conocida coloquialmente en Venezuela, se le atribuyen decenas de milagros, tal como aseguran varios ciudadanos.
Uno de los tantos testimonios es el de Nancy Fuenmayor, quien acudió a la Santa Madre con la esperanza de que su hijo creciera como un hijo normal. El medio de comunicación El Correo del Orinoco reseñó las declaraciones de la feligresa, quien afirmó que hace tres décadas pidió a “La Chinita” un milagro que le devolviera la vista a su pequeño.
“Hace 31 años le traje a mi hijo que tenía problemas de la vista y estaba prácticamente ciego, se lo traje para acá en brazos y se lo ofrecí a ‘La Chinita’ para que me le devolviera la vista y me lo sanara, mi hijo hoy ve, y es por eso que desde hace 31 años vengo con él a agradecerle, porque La Chinita me hizo el milagro”, dijo.
“La Chinita”, una celebración con siglos de historia
La primera aparición de la Santa Madre en Venezuela fue el 18 de noviembre de 1709, cuando María Cárdenas la observó mientras lavaba a las orillas del Lago de Maracaibo. Desde entonces, es la mayor referencia de la fe y la devoción del estado Zulia, donde todos los cientos de miles de ciudadanos celebran la Feria de La Chinita.
José Nava, un trabajador petrolero, relata otra de las increíbles historias de milagros de “La Chinita”. El sujeto afirma que en una de sus jornadas laborales cayó en el Lago de Maracaibo y en su desesperación se encomendó a Rosario de Chiquinquirá; a los pocos segundos fue rescatado.
“Yo me caí en el lago, no me pasó nada, caí debajo de una gabarra, y apenas me montaron en la lancha para salvarme me vine a la Basílica a agradecerle a La Chinita, y hasta que me muera vendré a seguirle agradeciendo”, narró.
“La Chinita” no es una devoción únicamente en Venezuela, dado que también es la patrona del municipio Chiquinquirá en Colombia y de la ciudad de Caraz en Perú. Igualmente, la Santa Madre es reconocida por la Iglesia Católica, después de recibir varias aprobaciones pontificias.
Un milagro perenne
María Cárdenas se cruzó con “La Chinita” en una tablilla que llegó flotando en el Lago de Maracaibo y que actualmente está en la Basílica de Maracaibo. La creencia popular indica que cuando la imagen de Rosario de Chiquinquirá no se observa muy bien, está haciendo un milagro.
Bajo esta narrativa, la imagen de “La Chinita” no se observó en la Basílica cuando Dalia Contreras pidió que ayudara a su pequeña hija, quien no podía ver por uno de sus ojos. Una patología generó que los médicos recomendaran retirarlo, pero la creyente se encomendó a la Santa Madre para que le devolviera la bendición a la niña.
“El milagro que me concedió fue para mi hija, que casi perdía el ojo, ella no ve de ese ojo, pero se logró salvar…, siempre hemos sido devotos de La Chinita y venimos cuando la sacan, al desfile…, es un amor por La Chinita”, dijo.
Al igual que los testimonios de Dalia, José y Nancy, son muchos los que aseguran haber sido auxiliados por la Santa Madre. En ese sentido, “La Chinita” se convirtió en una fuente de inspiración y fe para millones de venezolanos que, a pesar de las dificultades, la adorarán este 18 de noviembre.