En 2021 la economía venezolana empezó a dar sus primeras señales de vida después de un largo período marcada por la hiperinflación y destrucción de la industria petrolera.
A finales de ese mismo año el régimen de Nicolás Maduro afirmó con orgullo que el país había registrado un crecimiento económico de 4%. Sin embargo, esa mejora resulta insuficiente si se quiere lograr una verdadera recuperación en Venezuela puesto que, de mantener ese crecimiento interanual, se podría retornar al Producto Interno Bruto (PIB) de 2013 en 40 años.
Economistas como Manuel Sutherland no descartan que pueda haber una sensación de crecimiento, pero que por los ritmos en que se produce pudiese traducirse en estancamiento secular.
«Venezuela necesita un estallido económico muy importante, pero no creo que el chavismo sea el personal político adecuado para permitirlo. Se requiere la ayuda de varios países del mundo, de organismos multilaterales y el gobierno no tiene ese apoyo, esa potencialidad o capacidad para hacerlo. Entonces puede que la economía mejore poco a poco en el futuro cercano, pero será muy elitizado, muy chico, de gente muy cercana al partido que dirige elgobierno» señaló Sutherland durante el foro de TalCual «Economía de bodegones y desigualdades: ¿Se arregló Venezuela?».
Para el también director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), las burbujas se mantendrán y las entradas de dinero de las clase obrera y de las familias menos privilegiadas, que actualmente están arropadas en 94% por la pobreza por ingresos, seguirán siendo muy reducidas.
«Muchos creen que Venezuela empieza en Altamira y termina en las Mercedes, pero el país tiene enormes dificultades y una crisis terrible derivada de la caída de 80% del PIB, de tener la hiperinflación más larga en la historia reciente. Eso hace que la mayoría de los establecimientos estén en una situación rinuosa, con problemas de servicios básicos. A veces la pobreza parece no ser tan fuerte cuando se ve un bodegón, edificio nuevo o un establecimiento de lujo lleno. Por esas cosas nuevas creen que el país ya está recuperandose o que ya hay apertura para crecer, pero eso no es más que una burbuja«, comentó.
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