Desde el Laboratorio de Calidad Ambiental que funciona en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, el coordinador, Luis José La Rosa, explicó que las fallas en la calidad y en cantidad en el servicio de agua potable en la entidad se debe a que desde hace algunos años ha aumentado el número de habitantes, sin que se elaboren proyectos para aumentar las fuentes de agua.
Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA
«Desde hace algunos años, Barquisimeto creció y se incrementó su densidad poblacional. Se levantaron edificios, pero no se aumentó el agua ni en términos de calidad ni de cantidad. Para nosotros, la opción era el proyecto Hidráulico Yacambú, de donde se iban a extraer 10 mil litros por segundo de agua, 7 mil se iban a destinar al riego en el Valle del Turbio para sembrar el área cultivable y hacer posible dos cosechas en el año, pero este fue abandonado», dijo.
Destaca que si la solución era aumentar la extracción del agua de los pozos, una mejor opción era recoger las aguas residuales de Barquisimeto y llevarlas hacia la vía El Taque y hacerle un tratamiento, en la planta que la acondicionara para el riego de la caña de azúcar y así los productores dejarían de extraerla del subsuelo y se recuperarían los acuíferos.
«Si se recuperaban los acuíferos se tenía más agua para reforzar el abastecimiento de la ciudad, pero esa planta de tratamiento no pudo con las aguas de Cabudare, aunque también estaba destinada para Barquisimeto, hoy en día está desmantelada», aseguró. Dijo que esto sería responsabilidad de la hidrológica y del Ministerio Popular para la Salud.
Esta información fue dada, en una rueda de prensa, a cargo del Movimiento Unidos por el Agua y los Derechos Humanos del estado Lara, en la que alertaron que el agua que estaría llegando a las comunidades turbia y con mal olor no está apta para el consumo humano.