Detonaron un dron con explosivos en una cárcel de máxima seguridad de Ecuador y produjo daños en su techo

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Un sofisticado dron equipado con explosivos aterrizó en el techo de La Roca, una prisión de máxima seguridad situada en Guayaquil. Como medida de seguridad, la policía llevó a cabo una detonación controlada que causó daños en el techo de la prisión. Los presos fueron trasladados a la Regional, otro centro penitenciario adyacente a la Penitenciaría del Litoral.

Curiosamente, días antes del incidente con el dron, uno de los reclusos de La Roca era alias Fito, líder de la peligrosa banda criminal conocida como Los Choneros. Sin embargo, gracias a una orden judicial, alias Fito fue trasladado nuevamente a la prisión Regional, donde se le permitió vivir con ciertos privilegios bajo el control de dicha institución. Su estancia en La Roca duró 27 días.

La cárcel de máxima seguridad también alberga a otros líderes de bandas criminales, así como a los seis sospechosos del asesinato del ex candidato presidencial Fernando Villavicencio.

El ministro del Interior, Juan Zapata, informó a través de su cuenta de X que el dron con explosivos tenía la intención de ser ingresado en la prisión de máxima seguridad. El comandante de la Zona 8, general Willian Villarroel, reveló que la alerta sobre el dron se recibió a las 05:00 del 12 de septiembre. Inmediatamente se activaron los protocolos de evacuación y el personal de las unidades tácticas realizó una detonación controlada. Se llevó a cabo la evacuación de los reclusos y se estableció un puesto de mando unificado.

Las unidades de investigación están trabajando para determinar la ruta seguida por el dron. Además, los agentes de criminalística recopilaron pruebas en el lugar del incidente.

Según Primicias, se estima que el valor del dron es de 20.000 dólares y se cree que el explosivo que transportaba podría haber sido detonado de forma remota. El comandante Villarroel describió el artefacto como un «explosivo improvisado».

El Servicio de Atención Integral, responsable de las prisiones, informó que no hubo heridos y que se están evaluando los daños en la infraestructura. Además, se suspendieron las visitas en la cárcel Regional para garantizar la seguridad del personal administrativo y de seguridad.

Este no es el primer incidente relacionado con drones que se registra en las prisiones. Hace dos años, drones equipados con explosivos atacaron la cárcel Regional. En ese momento, tanto alias Fito como alias JR (quien fue asesinado este año en Colombia) cumplían sus condenas en esa prisión. El ataque también causó daños en el techo de la institución penitenciaria. En aquel momento, Fausto Cobo, quien era director del servicio penitenciario, explicó que el atentado estaba relacionado con un conflicto entre bandas internacionales de narcotráfico y carteles.

El uso ilegal de drones no es algo nuevo. Las autoridades policiales de Ecuador han señalado que las bandas criminales han copiado esta táctica de otros países como Colombia. Por ejemplo, en marzo de 2021, en una cárcel colombiana, se informó de que un dron lanzó desde el aire un paquete que contenía drogas, armas y teléfonos móviles. Además, en mayo, las fuerzas de seguridad chilenas impidieron que dos drones ingresaran marihuana, cocaína, pasta base y metanfetaminas a una prisión en ese país.

En julio de este año, un operativo policial llevado a cabo en Guayaquil y Durán, en la costa ecuatoriana, permitió el decomiso de tres drones de alta tecnología que pertenecían a una red de narcotráfico, según informó la Policía de Ecuador. Estos dispositivos estaban destinados a introducir cocaína y armas en la Penitenciaría del Litoral, la prisión más violenta del país. Darwin Sangoquiza, jefe de Antinarcóticos en Guayaquil, declaró: «Gracias a la intervención de la Policía Nacional, hemos evitado que estos drones se pongan en funcionamiento».

Estos incidentes relacionados con el uso de drones y las constantes alertas en las prisiones se suman a la crisis carcelaria que atraviesa Ecuador. Esta crisis, que ha incluido masacres dentro de las cárceles, ha dejado más de 400 reclusos asesinados en los últimos dos años.