La situación de cerco a la autonomía y ahogo presupuestario que atraviesa desde hace varios años la Universidad Simón Bolívar, reflejada en la precariedad de los sueldos y salarios del personal docente, administrativo, técnico y obrero, la falta de recursos para el mantenimiento de infraestructura y servicios básicos, así como para la inversión académica, denuncia la Casa de Estudios.
En efecto, a través de un comunicado conjunto, la Federación de Centros de Estudiantes USB (Fceusb) y las Asociaciones de Profesores (Apusb) y Egresados (Aeusb), advirtieron sobre la dramática situación que vive una de las universidades de mayor prestigio, tanto a nivel nacional como internacional.
El texto del comunicado conjunto expone:
Una vez más denunciamos la incierta situación a la que está sometida la Universidad Simón Bolívar desde hace varios años, ante la negativa de quienes ocupan el Ministerio de Educación Universitaria de aprobar y entregar los recursos del presupuesto de la USB, generando una situación de extrema precariedad financiera para la institución.
La Universidad ha permanecido sin actividades presenciales en sus sedes, desde marzo del año pasado, por causa de la pandemia. A pesar de esto, las autoridades, el personal académico, administrativo y obrero han realizado enormes esfuerzos para tratar de seguir trabajando, sin condiciones mínimas, prestando el mejor servicio al alcance posible y ofreciendo una oferta docente a distancia a la comunidad estudiantil, que aun con grandes limitaciones, mantiene las actividades académicas y ala Universidad funcionando. Sin embargo, la arbitraria decisión de despojar a la institución de los recursos para el pago de personal, y hacerlo a través de la plataforma Patria, representa una flagrante violación a la autonomía financiera de la organización y una severa restricción para la continuidad de las actividades en la Universidad Simón Bolívar.
La falta de recursos ha hecho que el sueldo del profesor universitario deje de ser un derecho y haya desaparecido bajo la responsabilidad del régimen venezolano. Asimismo, se ha desincorporado, entre otros, los aportes patronales a toda la seguridad social; se ha dejado sin efecto, de facto, los contratos de jubilados, entre otros desmanes. Por ello, exigimos que se restablezcan los niveles de ingreso para una vida digna que les permita disfrutar de los requerimientos básicos y una seguridad social de protección a la salud. En la misma o peor condición laboral están los trabajadores administrativos y obreros, por quienes exigimos los mismos derechos para ellos.
Se ha despojado a la Universidad de recursos para el mantenimiento y funcionamiento de servicios básicos, como la limpieza, la bioseguridad, el transporte y los comedores. No hay recursos tampoco para las providencias estudiantiles desde hace mucho tiempo, golpeando también así al estudiante y, especialmente, a los de bajos recursos. Así, el recibir una educación de calidad es un derecho que ha sido arrebatado a los jóvenes venezolanos.
La permanencia de la universidad como institución formadora de conocimiento, innovación y desarrollo, está en riesgo; debemos, unidos, exigir al régimen la restitución de los recursos y autonomía a nuestras universidades actualmente en abandono. En la comunidad universitaria estamos en alerta por el destino que le dará el régimen a la universidad venezolana y en nuestro caso especial a la Universidad Simón Bolívar, ejemplo de calidad y excelencia, que ha formado generaciones de profesionales que han aportado desarrollo, bienestar y progreso a sus familias, al país y al mundo.
La pandemia por COVID-19 ha sido la causa inmediata de la suspensión de actividades presenciales en la USB desde marzo 2020, pero la falta de presupuesto y condiciones de trabajo a la que está sometida la Universidad desde mucho antes de la actual pandemia es la causa profunda de la migración de estudiantes, profesores y personal administrativo, buscando mejores condiciones de vida, trabajo y estudio. Ante esta situación nos preguntamos: ¿Qué pretende el régimen? ¿Doblegarla? ¿Cerrar la universidad? ¿Privar de la educación a los venezolanos?
Alertamos a la sociedad venezolana acerca de las amenazas sobre la academia y la generación del conocimiento; de la intención de acabar con la institución de la universidad; de impedir la formación de nuestros jóvenes estudiantes y próximos profesionales, constructores del futuro de la nación; de desmantelar la función degeneración del recurso más importante para el desarrollo del país como lo es el recurso humano.
Queremos trabajar por el país, queremos seguir formando jóvenes, enseñando, generando conocimiento, investigando y haciendo ciencia, queremos impulsar la reconstrucción de la universidad y la construcción del futuro, juntos debemos preservar y defender nuestra casa de estudios. Invitamos al país profesional, al país trabajador, al país joven, al país que se forma y sueña con un mejor futuro a reclamar y apoyar a la Universidad Simón Bolívar y a las universidades públicas y privadas del país, a exigir la atención y recursos que requiere la academia, a repensar nuevos modelos de gestión y generación de recursos para su financiamiento y evitar la destrucción que las amenaza.