Washington no tiene planes inmediatos para aliviar las sanciones contra el sector petrolero de Venezuela o cambiar su política de obligar al régimen de Nicolás Maduro, a aceptar una nueva elección, dijo hoy un alto funcionario estadounidense.
Reseña la agencia Argus que la administración del presidente Joe Biden también continuará prohibiendo los canjes de petróleo por diésel utilizados por la española Repsol y la italiana Eni hasta el año pasado para levantar el crudo venezolano, dijo hoy el candidato a subsecretario de Estado para el hemisferio occidental, Brian Nichols, al Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Nichols dijo que la administración de Biden desconfía de aliviar la presión de las sanciones contra el gobierno de Maduro “que ha demostrado que utilizará tácticas dilatorias para evitar el progreso hacia elecciones libres y justas”. La administración estadounidense, que no reconoce al régimen de Maduro, está presionando a Caracas para que programe una nueva elección presidencial, libere a los presos políticos y permita la libertad de prensa.
Nichols también restó importancia al argumento humanitario a favor de restaurar los intercambios de diésel. “Hay suficiente capacidad de diesel dentro de Venezuela, al menos durante los próximos seis meses”, dijo Nichols.
La administración Biden todavía está revisando su política general en Venezuela y consideraría cambiar su política sobre los intercambios de diesel “si vemos que hay un problema para el pueblo venezolano”, dijo.
Si bien Estados Unidos considera que la capacidad de producción de diesel en Venezuela es suficiente, al menos algunos sectores de la economía parecen enfrentar escasez de combustible.
El líder de la oposición venezolana Juan Guaidó, a quien Estados Unidos reconoce como presidente interino del país, ha sido presionado por los agricultores venezolanos que han luchado por mantener las operaciones y distribuir los productos debido a la escasez de diésel, lo que restringió el suministro de alimentos. En una conferencia de prensa hoy, Guaidó culpó de la escasez a la corrupción del gobierno y los envíos a Cuba, más que a las sanciones