Las discrepancias entre los candidatos a las primarias opositoras venezolanas, respecto a qué hacer frente a las inhabilitaciones de algunos aspirantes para ejercer cargos públicos de elección popular, ponen en jaque el proceso cuando faltan menos de dos meses para la celebración de los comicios internos.
Los 13 políticos que aspiran a hacerse con la candidatura opositora para las presidenciales de 2024 saben que nada les impide competir en las primarias -fijadas para el 22 de octubre-, pero también son conocedores de que los que están inhabilitados no podrían presentarse a competir con el chavismo por la Presidencia.
Ante esta situación, algunos abogan por la retirada inmediata de quienes no podrán ir más allá de las internas, ya que, aún ganándolas, estarían fuera de juego para competir por la jefatura del Ejecutivo, que ahora ocupa Nicolás Maduro.
Hasta el momento, se conoce la inhabilitación de Henrique Capriles, María Corina Machado y Freddy Superlano, quienes, pese a la sanción, continúan en la carrera por la candidatura presidencial, con la esperanza de que haya un giro de gracia y les sean levantadas las sanciones.
No obstante, otros proponen su retirada o fijar una línea sucesoria, de tal modo que si el elegido es uno de los inhabilitados, pase el testigo al segundo, que debería ir para el tercero o siguientes, hasta llegar a uno que no cargue con la sanción que le impida aspirar a la Presidencia.
Luchar «hasta el final», una opción
María Corina Machado, favorita en la contienda y sobre quien pesa una inhabilitación de 15 años, enarbola la bandera de ejercer «presión» para lograr que se cumpla la «voluntad del pueblo» y que el candidato opositor que se elija, sancionado o no, llegue a las presidenciales, algo que, a la fecha, es imposible.
Con su lema «hasta el final», Machado ha dejado claro que la medida en su contra da un «componente de desafío» a la elección en la que ella participa para «hacer respetar el compromiso» expresado con votos.
La postura de Machado tiene el respaldo de candidatos como Ándres Velásquez, quien aseguró que ve con «preocupación» el planteamiento sobre una «sucesión», y está de acuerdo con el establecimiento de una «estrategia para defender al candidato ganador, acompañarlo y defenderlo en su derecho a participar, aun estando inhabilitado».
Por similar opción opta Ándres Caleca, quien aseguró a EFE que el deber de la oposición es respaldar «a fondo» a quien gane las primarias y «hacer toda la diligencia posible para lograr su destino» sin abandonar la ruta electoral.
En la misma dirección apunta César Pérez Vivas, quien señaló que, en caso de que triunfe un inhabilitado, su deber es «acompañarlo en el ejercicio de su derecho», pues lo contrario sería caer en «chantajes del Gobierno».
«Un líder, no un caudillo»
Otro grupo de aspirantes respalda la idea de establecer una línea sucesora para definir la candidatura presidencial, en caso de que gane uno de los inhabilitados o que quien resulte vencedor sea sancionado.
La propuesta, impulsada, entre otros, por la candidata Delsa Solórzano, se inspira en el ejemplo de Barinas en 2021, cuando Freddy Superlano ganó las elecciones a la Gobernación y no pudo asumir el cargo por una inhabilitación anunciada, por sorpresa, tras su victoria.
En la repetición de las elecciones, la oposición propuso la candidatura de varias personas que también fueron inhabilitadas, hasta que se optó por un dirigente admitido que venció al chavismo.
Solórzano ha insistido en «seguir ese ejemplo» para apostar por la elección de «un líder y no un caudillo».
También el socialcristiano Roberto Enríquez cree que «hay que definir un protocolo» y que se deben preparar para proceder ante inhabilitaciones o procesos judiciales contra los comicios internos.
La también candidata Tamara Adrián considera que si un inhabilitado resulta electo hay que «forzar», de forma «pacífica» y «democrática», su inscripción en las presidenciales, pero, en caso de no lograrlo, aboga por la sucesión, según explicó a EFE.
Los candidatos Luis Farias, Gloria Pinho o César Almeida dijeron a EFE estar en desacuerdo con las inhabilitaciones por considerarlas inconstitucionales, pero coinciden en que debe definirse un plan para garantizar una candidatura unitaria si estas sanciones no son revertidas.
Capriles, que busca su tercera candidatura presidencial pese a estar inhabilitado, ha reiterado que no dejará «sin una opción a los venezolanos» y que abogará por «una decisión conjunta» que permita elegir «en consenso» a un candidato, una opción que apoya Superlano.
Entretanto, la retirada es la opción del candidato Carlos Prosperi, quien aseveró que, de ser inhabilitado, retiraría su nombre de las primarias.
EFE