Durante el acto por el primer aniversario de la comisión Alí Rodríguez Araque, Tarek El Aissami afirmó que este será el año de la nueva Pdvsa, en el que se tendrá un nuevo contrato colectivo respaldado por el gobernante Nicolás Maduro.
«Hace un año la comisión recibió una industria devastada en todos los aspectos. Luego de un difícil tránsito del 2020, afectados por la pandemia y aunado al conjunto de medidas impulsadas por el gobierno de Donald Trump se debe reconocer el esfuerzo de la clase trabajadora que ha hecho el milagro para rescatar Pdvsa», dijo el funcionario.
Destacó que han logrado la desaceleración de la caída de la producción petrolera, la recuperación del sistema de procesamiento de gas, la recuperación del sistema nacional de refinación, el mantenimiento de la continuidad operacional del sector petroquímico y la regularización progresiva de la comercialización de crudo.
Otra de las promesas con las que el gobierno aseguró que se logrará la «nueva Pdvsa» es la recuperación del sistema de refinación. Detalló que se procesan actualmente más de 250.000 barriles de crudo y se hace el esfuerzo por rescatar las refinerías. Aseveró que estas han sido afectadas por las sanciones que ha impuesto Estados Unidos (EEUU).
El Aissami informó que se ha sustituido la tecnología CRP, por lo que señaló que se espera que a finales del 2021 la industria tenga un CRP «bastante operativo».
El funcionario recicló la tesis conspirativas que el régimen de Maduro acostumbra exponer para evadir su responsabilidad en la debacle venezolana. Indicó que las sanciones internacionales han tenido efectos devastadores al mermar los ingresos fiscales e imponer restricciones a las empresas que tenían relación con Pdvsa.
Recalcó que la medidas contra altos funcionario han provocado la paralización de socios estratégicos y reducción en el número de taladros operativos. Así como también, acotó que supuestamente impidieron el cobro y pago de compromisos.
Agregó que el colapso de la industria fue producida por supuestos sabotajes, saqueos sostenidos y desfalcó por parte de exfuncionarios infiltrados. «El daño a Pdvsa fue parte de una estrategia para dañar la industria», afirmó.
En este sentido, recordó que la relatora especial de las Naciones Unidas para las medidas coercitivas, Alena Douhan, señaló en su informe preliminar que las sanciones profundizaron la crisis venezolana.
Maduro confirma anuncios de El Aissami
En el acto el gobernante Nicolás Maduro firmó una convención colectiva, supuestamente, para proteger las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores de Pdvsa. El mandatario también anunció la extensión del decreto de Emergencia Energética en toda la industria de hidrocarburos venezolana, así como el trabajo de la comisión por los doce meses siguientes.
«Extiendo la vigencia declaratoria de la emergencia energética de toda la industria de hidrocarburos en Venezuela y la extensión por doce meses de la comisión Alí Rodríguez Araque para que continúen con su trabajo», dijo.
Según Maduro, su administración está preparada para reactivar la relación con los tenedores de deudas. Aseguró que tienen una oferta muy fuerte para honrar los compromisos de Venezuela. Emplazó a empresarios estadounidenses a invertir en Venezuela y trabajar en una sociedad que aseveró será de «ganar-ganar».
«Le digo a las empresas estadounidenses que las puertas están abiertas para la inversión de las petroleras de EEUU en Venezuela», agregan.
Propone además una alianza estratégicas con México para la distribución de gas venezolano hacia el país azteca.
Barajita repetida
La promesa de recuperar la industria petrolera no es más que un discurso reciclado, que ya Maduro ha utilizado en el pasado de la mano con sus compromisos de restaurar la economía del país, que ha repetido durante los últimos siete años, mientras los marcadores económicos y financieros del país no hacen más que caer.
A mediados de octubre de 2019, el entonces presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo, Manuel Quevedo, vaticinaba una recuperación de la producción petrolera nacional hasta alcanzar niveles de 1,6 millones de barriles por día, en una época en la que Venezuela promediaba unos 700.000 barriles diarios. Desde ese entonces, la extracción de crudo se redujo a la mitad, en lugar de aumentar a más del doble, como pedía el funcionario.
Cuando se fundó la comisión Alí Rodríguez Araque, motivo del aniversario de hoy y de la promesa de El Aissami, se hablaba de incrementar la producción hasta llegar a 2 millones de barriles por día durante 2020, una cuota que evidencia el fracaso de la gestión de este comité que tenía la supuesta función de reestructurar toda la industria.