El plan para reconstruir Venezuela cuando Maduro ya no esté y qué países de la región deberán involucrarseSe conoció en Washington en estos días un profundísimo estudio sobre el futuro del país tras la “era Maduro”. Infobae entrevistó a su autor, Paul J. Angelo
Por Sebastián Fest / Infobae
Será más pronto o será más tarde, pero llegará el día en el que Nicolás Maduro abandone el Palacio de Miraflores. Y entonces habrá que reconstruir Venezuela. ¿Existe ese plan de reconstrucción, hay alguien pensando en eso hoy? Y una pregunta más: ¿qué presidencia sería más positiva para el futuro del país, una segunda de Donald Trump o una de Joe Biden?
Mientras los estadounidenses ya comenzaron a votar por correo y las miradas apuntan a lo que pueda pasar en la noche del 3 de noviembre, en Washington DC se analiza con minucioso detalle el futuro de Venezuela. Paul J. Angelo dirigió en el Consejo para las Relaciones Internacionales un profundo estudio titulado “El día después en Venezuela”. Y su conclusión es clara: “Los Estados Unidos van a ser fundamentales, y tendrán que acordar con China, Rusia y Cuba”.
Para elaborar el estudio, Angelo contó con el análisis y el conocimiento de ex integrantes del Departamento de Estado, ex embajadores en Venezuela y figuras clave de los múltiples “think tank” que analizan desde Washington la política y la seguridad internacionales. “Es un documento informado por perspectivas de gente que ha trabajado en los altos niveles de la diplomacia y políticas públicas de Estados Unidos”, explica Angelo, quien lideró el proceso en cuatro reuniones de debate profundo acerca de la situación en Venezuela.
Richard Haass, presidente del Consejo, resumió los tres futuros posibles a los que se enfrentará Venezuela cuando la “era Maduro” sea solo un recuerdo.
“Uno puede imaginar un camino de anarquía y conflicto, en el que Venezuela siga siendo un centro de violencia y narcotráfico y su gente continúe abandonando el país. También podemos imaginar un nuevo régimen que llegue al poder y no sea mejor que el actual. Hay otro camino, sin embargo, que es más luminoso: uno en el que Venezuela recupera gradualmente su democracia, vuelve a ser uno de los países más ricos de América Latina y renueva su sociedad con los Estados Unidos”.
Si Estados Unidos busca este último escenario, dice Haass, un paso inteligente sería tomar muchas de las recomendaciones del reporte de Angelo.
“Estados Unidos tiene hoy muy poco poder, muy poca palanca en Venezuela”, admitió Angelo durante una entrevista con Infobae en Washington. Angelo, de 36 años, nació en Ohio, pero vivió tres años en Colombia, parte de ellos en la frontera con Venezuela. “Conozco la situación de primera mano”.
“Venezuela atraviesa una triple crisis: económica, política (hay dos gobiernos diferentes reconocidos) y humanitaria. Cinco millones de refugiados y migrantes en el exterior y unos siete millones de desplazados en su propio territorio. Es por esto que la reconstrucción de Venezuela va a ser un proceso de muchos años y que involucrará a muchas instituciones internacionales. Pero los Estados Unidos van a ser indispensables, Se necesita su liderazgo”, dijo y añadió: “Los otros candidatos a liderar en la región están en circunstancias muy adversas hoy, sobre todo en lo económico”.
Los países que Angelo cree que deberían intervenir activamente en la crisis venezolana son Chile, Argentina, Brasil, México y Colombia, “pero con el desplome económico regional que se viene hará que no puedan liderar el esfuerzo”.
“También deben involucrarse la Unión Europea (UE) y la ONU. Hay que tener en cuenta que el único organismo multilateral que tiene acceso a Maduro es la ONU, por el acuerdo humanitario”.
La principal recomendación que el Consejo para las Relaciones Internacionales le hace a la Casa Blanca es sencilla de expresar y quizás más difícil de llevar adelante: negocien con China, negocien con Rusia, negocien con Cuba.
“Estados Unidos debe llegar a un acuerdo con esos sectores extrarregionales que se han aliado con Maduro y fortalecido su mandato. Tienen que negociar directamente con China, que es fundamental. Venezuela ya no le debe tanto a Rusia, pero si a China, más de 20.000 millones de dólares de inversiones que no se han repagado a inversionistas chinos. Lo que Estados Unido tiene que tener es un plan de compensación para inversionistas chinos en Venezuela. De eso dependerá que Pekín apoye la transición y no intente desviar el mandato democrático”.
Según Angelo, “la gran fortaleza” del Consejo para las Relaciones Internacionales es su carácter apartidario e independiente: “Este informe se elaboró con gente de ambos partidos, esto sirve para quien sea que esté en el poder a partir de enero de 2021”.
Sirve para Trump y sirve para Biden, pero Angelo cree que el camino hacia una Venezuela alejada del caos será más sencillo de transitar si los demócratas regresan a la Casa Blanca. “El instinto multilateral es más de Joe Biden, tiene una trayectoria política siempre enfocada en trabajar en conjunto con aliados y compañeros internacionales. Con otro mandato de Trump sería un poco más difícil. Ha hecho mucho daños con su retórica anti alianza”.
Angelo, que ha asesorado a la campaña de Biden en cuestiones de política exterior, advierte del peligro de que los errores en la política exterior estadounidense terminen creando una segunda Cuba.
“Podríamos terminar en una situación como la de Cuba. Mientras nosotros los embargamos, Europa mantiene relaciones políticas y económicas. Si con Venezuela se genera lo mismo que con Cuba desde hace 60 años es peligroso desde el punto de vista de la paz hemisférica, desde lo multilateral y humanitario. Podría perjudicar al pueblo venezolano aún más”.
Y más allá de los problemas que pueda crear Estados Unidos, ¿cuán perturbadora puede llegar a ser la creciente presencia china en Venezuela?
“El interés de China es económico, no es estratégico ni político, como sí lo es Caracas para Moscú. Cualquier presidente de Estados Unidos podría calmar las ansias de China en Venezuela trabajando a través de mecanismos internacionales y con el apoyo de la oposición democrática en Venezuela”.
Angelo piensa en el “día después”, ¿pero cuánto falta para el final del régimen de Maduro, cómo es que logra sostenerse? “Es muy difícil de entender, tenemos muy poca información acerca de la situación de Maduro en este momento. Pese a todo Maduro pudo mantenerse en el poder gracias a sus nexos con China, Rusia, Irán y Turquía. Gracias al oro, porque el petróleo no está dando ya. Es muy difícil saber cuán cerca estamos de un punto de no retorno”.
La idea de reconstruir la economía, las instituciones y la infraestructura de un país como Venezuela suena bien, pero… ¿cómo se logra, cuánto demoraría?
“La reconstrucción económica la estimo en décadas. Hoy Venezuela le debe a sus acreedores internacionales un 500 por ciento de su PBI. Reactivar la economía después de dos décadas de nacionalizaciones, controles fiscales centralizados, de tener la inflación más alta de la última década a nivel mundial… Con todo el daño que se ha hecho a la economía hay que empezar de cero. Gracias a Dios Venezuela tiene un motor que la puede ayudar a reiniciar la economía, el sector petrolero, pero hoy produce 340.000 barriles diarios, el volumen más bajo en 80 años. Hay que reactivar el sector petrolero, pero el crudo vebezolano es muy espeso, lo que hace que el capital a invertir para la reactivación sea un esfuerzo de muchos años solo para llegar a unos niveles aceptables”.
Ni el dinero, ni el apoyo político, ni el oro, ni el petróleo serán sin embargo suficientes si Venezuela no recupera otro recurso, quizás el más valioso que pueda tener cualquier país: la materia gris.
“Tanto los Estados Unidos como los otros países receptores de inmigrantes venezolanos tienen que impulsar el regreso de los profesionales a Venezuela. Hay cifras increíbles, ¡un tercio de los médicos se han ido del país! Reparar Venezuela y resolver la situación humanitaria requiere el regreso de una clase profesional que nutra al sistema de salud, al sistema de justicia. Es la única solución”.