La guerrilla desplazó a los Jivi, la comunidad indígena situada a 45 minutos de la redoma del aeropuerto de Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas
Por Sebastiana Barráez – TalCual
Hace un mes, con sus armas y sus botas de caucho, llegaron los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a la comunidad indígena Platanillal, situada a 45 minutos de la redoma del aeropuerto de Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas. Hablaron con los Jivi para decirles que ocuparían provisionalmente la zona que está donde los indígenas tienen sus conucos, a unos 20 minutos caminando del caserío Platanillal. A menos de un kilómetro del caserío está el comando de los rurales de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). “A veces ellos (los miembros del ELN) nos traen comida y combustible”, le dijo a Infobae un guardia nacional.
Los Jivi son 35 familias, cerca de 200 personas, que viven unos en casa de concreto y otros en chozas. Se sintieron amenazados por la exigencia del comandante Ismael del ELN para que asistieran a una reunión con él; ahí les dijo que solicitaba su permiso para instalarse en las cercanías del caserío. Los indígenas respondieron que eso no era posible porque esa es zona de trabajar la tierra para su sustento. El guerrillero les dijo: “No se preocupen, aquí van a salir ganando, porque quienes trabajen con nosotros, recibirán más que lo que les da la tierra”.
La perversa proposición logró su cometido; aprovecharse de la situación de necesidad y pobreza de los indígenas, a la vez que dividirlos entre la mayoría que se opone y los pocos que creen que realmente en un beneficio. Alias Ismael además les mintió, porque no es que están de paso hacia Brasil como dijo, sino que, en apenas unas semanas, pasaron de los cambuches (techo provisional o de paso que realizan en plástico) a la construcción de viviendas, para lo que contratan a los indígenas para aserrar la madera.
Alias Ismael sustituyó al anterior comandante del ELN, que tenía ascendencia en la zona, desde que Luis Felipe Ortega Bernal alias Garganta cayó preso, cuando su grupo asesinó a tres militares de la Guardia Nacional en Amazonas; al salir de la cárcel militar de Ramo Verde, alias Garganta no regresó a Amazonas, sino que se instaló en el estado Apure, desde donde dirige acciones contra las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Se han instalado en varios sitios, porque también lo hicieron al frente del río por ambos lados. “Están detrás del río y también cruzando la carretera, es decir, al frente del comando de la GNB y al frente de la comunidad indígena, donde hay conucos y pasa un caño. Los cambuches ya no están muy visibles; los guerrilleros se han desplazado más adentro”, dijo en conversación con Infobae una mujer que transporta alimentos y bebidas en la zona, y que se identifica solo como Ana.
Con cualquier persona que se hable en la zona sabe que hay un enfrentamiento entre el ELN y las disidencias de las FARC. “La diferencia está en que el ELN está respaldado por los militares venezolanos, quienes no dicen nada cuando ellos se les instalan a unos metros de su comando”.
Lo más peligroso para los indígenas es que quedan en medio del conflicto de las organizaciones guerrilleras. “¿Que si lo conozco? Claro que conozco a ese Ismael, es de mediana estatura, creo que tiene cerca de 40 años, es blanco y usa barba. Él se ha ocupado de que todos sepan por aquí quién es él”, concluye Ana.
Con permiso o sin él
No hubo consenso con la comunidad, porque la gran mayoría de los indígenas no estuvo de acuerdo, pero un par de días después los guerrilleros llegaron en vehículos a los conucos, pero no entraron al caserío. Las amenazas llegaron rápidamente, los indígenas no querían salir de sus casas y mucho menos ir a los conucos.
Pasaron un par de días y los elenos estaban instalados con sus cambuches, unos 30 en total. Enviaron a dos jóvenes armados a Platanillal, quienes uniformados y con fusil en mano, dijeron que “el patrón” quería que la comunidad fuera a la reunión. “Ustedes saben dónde estamos”, dijeron antes de marcharse.
Los jefes y toda la comunidad indígena fueron, el 9 de abril, hasta el campamento de alias Ismael quien, en medio de cuatro camionetas lujosas y 15 hombres uniformados de verde militar, con las siglas ELN y el emblema “liberación o muerte”, fuertemente armados, los recibió como si fuera una visita amistosa. Les pidieron a los Jivi ponerse cómodos, les sirvieron comida y empezaron las presentaciones.
Alias Ismael dijo que estaba sustituyendo al comandante Pedro Pablo, que estaba en Amazonas, pero tuvo que irse por problemas de salud. El individuo aseguró que su intención era convivir tranquila y armoniosamente con los Jivi, pero dejando en el aire la advertencia de lo que podría suceder si había problemas.
Los indígenas apenas hablaron, intimidados por las armas largas que portaban los guerrilleros. Después se marcharon sintiéndose en estado de indefensión, sin entender cómo un grupo guerrillero extranjero les ocupa las tierras, los amenaza veladamente y van a la comunidad en moto con la excusa de buscar señal telefónica.
No pasaron muchos días después para que los guerrilleros empezaran a cazar a los animales que sirven de sustento a los Jivi, además de cortar gran cantidad de árboles para sus viviendas, lo que causa desequilibrio en el medio ambiente, además de ocupar el sitio de los conucos donde trabajan los indígenas. El 28 de abril uno de los elenos que llegó en moto a Platanillal le dio un tiro a un perro en una de sus patas dejándolo inválido.
Los indígenas más humildes han sido captados por los guerrilleros para que les trabajen en el corte de árboles, construcción de las casas de madera y la construcción de puentes porque las lluvias de abril hicieron crecer los caños.
Hay una relación muy estrecha entre los guardias superiores y la guerrilla. Hace unos días pasó para el campamento del ELN una camioneta Toyota Tundra, color gris, con los vidrios oscuros, y allá estuvo cuatro horas. “Esa camioneta cualquiera se la identifica en Puerto Ayacucho ya que es única y pertenece al General Wolmar Ramón Guevara Sotillo, jefe del Comando de Zona 63 de la Guardia Nacional en Amazonas”, relata a Infobae un comerciante de Puerto Ayacucho.
Todos lo saben
Los elenos han tomado las adyacencias de una comunidad indígena, la Jivi de Platanillal, muy cerca de la entrada a la comunidad Coromoto, referencia precisa porque ahí queda el famoso Tobogán de la Selva, un sitio muy turístico en épocas vacacionales.
Un guardia nacional le dijo a Infobae: “La primera vez que los vimos (hace como un mes) cerca de este lugar fue el 01 de abril. Pasaron, en una camioneta Toyota Fortuner verde claro, hacia el Eje Carretero Norte de Puerto Ayacucho, después supimos que eran dos colombianos y un venezolano, quienes fueron hasta Platanillal a hablar con los indígenas”.
“Al día siguiente escuché a uno de los primos decir que esos hombres eran del ELN, que apenas los vieron, aunque no se les veía armas ni uniformes, supieron que eran guerrilleros por la forma de vestir y hablar; les dijeron que querían hablar con el capitán de la comunidad, pero él no se encontraba. Los tipos informaron que estaban en la zona porque querían instalar un campamento cerca de la comunidad, que está aquí mismo cerquita”, contó el guardia a Infobae.
Y añadió: “Esos tipos se han estado presentando como del Frente José Daniel Pérez Carrero. El venezolano es Andrés, uno delgado, de ojos marrones y era quien trabajaba con el comandante Pedro Pablo y ahora con el comandante Ismael, que creo viene del Zulia”.
A la pregunta de por qué el comandante de los rurales permite que la guerrilla se instale ahí, respondió: “Aquí no se habla de eso. Recuerde que el ELN tiene una guerra con las FARC en Puerto Páez porque mataron a los militares venezolanos en Apure, el año pasado, así que aquí los considera, así como amigos”.
Ante la insistencia de si no considera que eso es traición a la patria porque la Fuerza Armada tiene obligación, por mandato de la Constitución Nacional, de defender el territorio y la soberanía, hizo un largo silencio, hasta que por fin respondió: “No crea que no hay molestia por eso. Yo sé de muchos compañeros y oficiales que murmuran feo por eso. Uno trata de disimular y decir que entiende, pero eso es culpa del Alto Mando Militar que ha permitido que la guerrilla haga el trabajo que debe realizar la FANB. Los guerrilleros son los que dan mercado mensualmente a los puntos de control”.
“Yo creo que por la gran cantidad de reclamos y quejas es que la guerrilla siempre anda con un venezolano que es quien habla para disimular. Aunque los oficiales repitan que el ELN es amigo, uno sabe que es solo excusa. Hace unos días pasó un camión para los campamentos del ELN en los conucos de Platanillal; iban full de bombonas grandes (cilindros de gas doméstico) y un sargento jivi dijo que eso lo usaban los guerrilleros para hacer bombas explosivas”, dijo finalmente el militar.
El gobernador de Amazonas, Miguel Leonardo Tadeo Rodríguez, tiene pleno conocimiento de lo que está sucediendo a unos kilómetros de su despacho de gobierno, Varios de los llamados ancianos de la comunidad Jivi lo informaron de lo sucedido y el primer mandatario regional se comprometió a atender la denuncia, pero ha ignorado la situación.
La comunidad indígena de Platanillal necesita escuela para sus niños, porque la que existe está abandonada, no hay alimentación y la mayoría de los maestros se fueron a trabajar a las minas de oro.
La guerrilla acorrala a los pueblos indígenas, no solo de Amazonas. También le ha causado muertos y heridos a varios indígenas de los pueblos yanomami y piaroas.