Una nueva modalidad de estafa y corrupción política se ha puesto de moda en Venezuela en tiempos de bloqueos y sanciones de la mano de la oposición venezolana: se trata del jugoso negocio de las ONGs de ayuda humanitaria que terminan por enriquecer a políticos y enchufados.
El modus operandi es sencillo: montar una ONG, decir que vas a ayudar a los pobres, enfermos y sectores vulnerables, para luego recibir fondos internacionales de cuentas bancarias de la nación, gracias a la mediación del gobierno de EEUU.
Roberto Patiño es uno de los nuevos matraqueros “humanitarios” que ha sido tocado por el régimen esta semana tras develarse un supuesto guiso con las fundaciones Mi Convive y Alimenta La Solidaridad.
El origen
Junto a Julio Borges, Patiño Guinand recorrió la Unión Europea (UE) en el año 2017 para exigir sanciones y así debilitar al régimen de Maduro, acción que hasta hoy sólo ha consolidado al gobernante en el poder, mientras la mayoría de la población (chavistas y opositores) sufren los efectos de las mismas.
A solicitud de Guaidó, Patiño logró establecer las dos ONGs y organizar una estructura política llamada “Voluntarios X Venezuela”, que según el régimen chavista, daría financiamiento en dólares a miembros de la estructura de los Claps “para sabotear” el funcionamiento de este plan que no llega a todos los venezolanos por igual y de paso está penetrado por la propia corrupción chavista.
De acuerdo a investigaciones de la Policía Nacional Contra la Corrupción, el envío de dinero se realizaría desde Citibank Nueva York y Banistmo Panamá, por lo cual seis directivos de cuatro ONGs tienen orden de aprehensión y decenas de cuentas fueron bloqueadas por la Sudeban. Los fondos provendrían de cuentas de Venezuela confiscadas en Europa.
Alessandro Tuzza, quien abandonó el país en marzo por la pandemia, Roberto Patiño, Leandro Buzón Osorio, Rolando Seijas Bolinaga, Gloria Osledi Chacón y María Alejandra Blanco, serían los directivos de este caso.
De acuerdo a nuestros informantes, varias ONGs ligadas a Guaidó y López que mantienen bajo perfil, estarían desviando para provecho de sus directivos, miles de dólares de cuentas de la nación que se supone deberían destinarse a la compra de alimentos y medicinas para ayudar a los venezolanos.