El gobierno de El Salvador está implementando una nueva fase de su plan de seguridad, con el objetivo de cerrar la brecha de pobreza en el país. Esta iniciativa, liderada por el presidente Nayib Bukele, ha sido denominada «Integración» y se centrará en las necesidades a medio y largo plazo de la población desfavorecida, con una inversión anual de 30 millones de dólares.
Durante un discurso transmitido a nivel nacional, el presidente Bukele anunció el lanzamiento de la sexta fase del Plan Control Territorial, destacando la importancia de esta nueva etapa para lograr la integración de todas las personas en el país. Para llevar a cabo esta fase, se creará la Dirección Nacional de Integración, que estará a cargo de Alejandro Gutman, un experto argentino que ha trabajado durante más de 20 años en comunidades desfavorecidas.
Bukele enfatizó que el Estado, las empresas privadas, las universidades y todos los sectores de la sociedad deben unirse y colaborar para combatir la pobreza, que tiene múltiples causas. Además, solicitó el apoyo de colaboradores locales e internacionales y de «gobiernos amigos» que compartan su visión de combatir la inseguridad.
El presidente también aclaró que el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp) no desaparecerá, sino que se renovará y mejorará para ampliar su alcance y ofrecer una formación profesional y técnica en nuevas especialidades y habilidades. Los fondos para este nuevo Insaforp provendrán del presupuesto asignado a esta institución, así como del presupuesto del Plan Control Territorial y la Dirección Nacional de Integración.
El proyecto de ley del Sistema Nacional de Integración establece que se implementarán políticas para reducir la pobreza y promover el desarrollo social, con un enfoque en la formación vocacional, técnica y profesional.
Bukele destacó los logros en materia de seguridad, afirmando que El Salvador se ha convertido en un referente de superación y en el país más seguro de Latinoamérica. Gracias a la implementación de una política de mano dura contra las pandillas, se ha logrado reducir la migración irregular y disminuir significativamente el número de homicidios en el país.
Desde que se impuso el estado de excepción hace 17 meses, se han realizado numerosos arrestos de presuntos pandilleros, aunque algunos han sido liberados por falta de pruebas. A pesar de los avances en materia de seguridad, el presidente reconoció que aún queda mucho por hacer y que se encuentra en el camino hacia una migración inversa.
En resumen, el gobierno salvadoreño ha anunciado una nueva fase de su plan de seguridad, enfocada en cerrar la brecha de pobreza en el país. Esta iniciativa busca la integración de todas las personas a través de la colaboración entre el Estado, las empresas privadas, las universidades y la sociedad en general. Se espera que esta estrategia logre mejorar la seguridad y reducir la migración irregular en El Salvador.