El Tren de Aragua: el nuevo grupo de crimen organizado de origen venezolano que se suma a la lista de bandas latinoamericanas
En el mundo del crimen organizado en Latinoamérica, se ha sumado un nuevo grupo de origen venezolano: el Tren de Aragua. Esta banda se une a los poderosos carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, las maras salvadoreñas MS-13 y Barrio 18, los grupos colombianos ELN y Clan del Golfo, y los brasileños Primeiro Comando da Capital y Comando Vermelho. La dispersión de los migrantes venezolanos ha facilitado la expansión del Tren de Aragua, cuyas actividades delictivas se centran principalmente en la extorsión y la trata de personas entre sus compatriotas.
El origen de este grupo se remonta a las mafias sindicales que surgieron durante el megaproyecto ferroviario del ex presidente Hugo Chávez y el posterior hacinamiento de los detenidos en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua. Fue allí donde surgieron los líderes carcelarios conocidos como «pranes», y fue desde esa prisión que el líder de la banda, Héctor Guerrero, también conocido como «Niño Guerrero», consolidó su poder. Aunque el proyecto ferroviario no se concretó, el legado del visionario presidente quedó en el grupo criminal del Tren de Aragua.
Se sospecha que este grupo estuvo detrás del secuestro del ex teniente venezolano Ronald Ojeda en Chile, ya sea por cuenta propia o como un servicio para el gobierno de Nicolás Maduro. También se plantea la posibilidad de que el secuestro haya sido llevado a cabo por la Dirección General de Contrainteligencia Militar venezolana. Estas sospechas se basan en dos realidades ampliamente comprobadas: que el gobierno chavista ha actuado durante mucho tiempo como una asociación criminal, manejando negocios ilícitos y operando a nivel internacional, y que a medida que el estado venezolano ha colapsado, ya no puede controlar a grupos competidores que han crecido aprovechando el ecosistema delictivo interno.
La banda se fortaleció cuando Tareck el Aissami, uno de los altos funcionarios del gobierno de Maduro, fue gobernador de Aragua entre 2012 y 2017. A partir de entonces, el gobierno perdió el control sobre la banda. En 2018, «Niño Guerrero» fue condenado a 17 años de prisión, pero cuando las autoridades venezolanas intentaron retomar el control de la cárcel de Tocorón, el líder y otros cuarenta presos se escaparon y hasta el día de hoy se desconoce su paradero.
Se estima que el Tren de Aragua cuenta con alrededor de 2.700 miembros, entre quienes portan armas y colaboradores e informantes. Algunas fuentes elevan esta cifra a 5.000. La mayoría de ellos están encarcelados, pero siguen operando desde las prisiones.
A partir de 2020, con la flexibilización de las restricciones de movimiento debido a la pandemia de COVID-19 y la movilidad recuperada de los migrantes venezolanos, el Tren de Aragua comenzó a expandir su presencia internacional. Primero en Colombia, donde el grupo ha estado involucrado en contrabando y trata de personas. También ha intentado incursionar en el narcotráfico, pero ha tenido enfrentamientos con el Clan del Golfo y facciones disidentes de las antiguas FARC.
En la frontera colombo-venezolana, el Tren de Aragua tiene la oportunidad de ingresar al negocio de la droga, ya que gran parte de la cocaína producida en Colombia entra al país vecino para luego ser enviada a Estados Unidos o Europa. También podría reclutar miembros venezolanos del ELN y de las ex FARC, dándole un carácter binacional a estos grupos.
Sin embargo, en otros lugares, el Tren de Aragua tiene dificultades para competir con las redes de narcotráfico ya establecidas. Aunque Insight Crime, un portal dedicado al crimen en Latinoamérica, señala que el grupo podría incursionar en el narcotráfico trasnacional debido a su control sobre los corredores de droga y pasos fronterizos, esto sigue siendo algo lejano. Además, se verá limitado en sus intentos de ingresar a las economías criminales internacionales más lucrativas.
La inclusión del Tren de Aragua en la lista de grupos de crimen organizado de América Latina marca una nueva ola de criminalidad en la región. Según el informe más reciente de Insight Crime, la amenaza del crimen organizado en América Latina está en aumento, y un tercio de los asesinatos que se cometen en el mundo ocurren en esta región, siendo la mitad de ellos obra del crimen organizado.
Fuente: ABC.es