Aunque el origen exacto del coronavirus aún no haya sido determinado, muchos investigadores lo vinculan con los murciélagos. Por ello, desde el estallido del primer brote en un mercado de Wuhan, quedó prohibida la venta de carne de este animal, tanto en China como en otros países. Sin embargo, aún existen lugares, como la provincia indonesia de Célebes Septentrional, donde los murciélagos siguen estando en el menú.
El mercado Langowan es muy conocido por vender carnes de animales exóticos como serpientes, lagartos, ratas y jabalíes. «Los compradores tenían miedo de comer carne de murciélago, pero, afortunadamente, debido a que piensan que tenemos una forma diferente de cocinarlo, ya no tienen miedo», dijo el gerente Yani Tulangow a Business Insider.
En el mercado no controlan la carne que venden y no planean dejar de venderla. «Siempre hemos comido esto y nadie se ha infectado con coronavirus», comenta el residente Kiki Rondonuwu, mientras compra varios murciélagos en el mercado.
La carne de este animal es un manjar delicioso en esta parte de Indonesia, donde se cocina en ocasiones especiales. En el mercado de Langowan, un kilo se vende por unos 3 dólares. Acabar con la costumbre de comer carne de murciélago es muy difícil. De hecho, se teme que si se prohíbe su venta se potencie la clandestinidad de su comercio.