En un comunicado emitido hoy, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo un llamado de atención sobre la baja tasa de lactancia materna en América Latina y el Caribe. Según sus cifras, solo el 43% de los bebés menores de seis meses reciben exclusivamente leche materna, mientras que la media mundial es del 65%. Además, el 48% de los niños y niñas entre los 12 y 23 meses de edad son amamantados en la región, también por debajo del promedio mundial. Estos datos preocupantes demuestran que se necesita un mayor compromiso por parte de los gobiernos y las empresas para garantizar la lactancia materna en los lugares de trabajo.
El director regional de Unicef, Garry Conille, destacó que este bajo nivel de lactancia materna tiene consecuencias negativas para la prevención de la malnutrición y el bienestar de la infancia en la región. Además, advirtió que si no se toman medidas urgentes, no se logrará alcanzar la meta del 70% de lactancia materna exclusiva establecida en los objetivos de desarrollo sostenible para el año 2030.
Unicef identificó varias causas que dificultan la práctica de la lactancia materna en la región, entre las que se encuentran la incompatibilidad entre la lactancia y la vida laboral, así como la falta de políticas de apoyo y cuidado a las familias en la región.
En cuanto a la licencia de maternidad, Unicef señaló que solo 14 países de América Latina y el Caribe garantizan las 14 semanas mínimas recomendadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y solo seis países ofrecen 18 semanas. Esta falta de tiempo de descanso para las madres también se refleja en el sector privado, donde se observó que las empresas en promedio ofrecen 13 semanas de licencia de maternidad remunerada para las trabajadoras a tiempo completo. Además, las empresas más grandes son las que tienen mayor disponibilidad de salas de lactancia materna.
Unicef subrayó que la lactancia materna no solo es fundamental para la salud y el desarrollo de la infancia y las madres, sino que también tiene un impacto económico significativo. Según estimaciones, cada dólar invertido en la promoción, protección y apoyo a la lactancia materna genera 35 dólares en beneficios económicos a largo plazo. Esto se debe a que la lactancia materna ayuda a reducir la carga económica de los sistemas de salud al disminuir la incidencia de enfermedades infantiles como la diarrea y la neumonía.
En conclusión, Unicef instó a los gobiernos, las instituciones públicas y el sector privado a garantizar un entorno de apoyo a la lactancia materna, especialmente para las madres que trabajan, incluyendo aquellas en el sector informal o con contratos temporales. Estas acciones son urgentes y necesarias para asegurar que las mujeres puedan amamantar a sus hijos durante el tiempo que deseen, ya que muchas de ellas carecen de las disposiciones básicas en materia de maternidad y de apoyo al regresar al trabajo.