Miles de chinos celebraron con euforia este miércoles el final de más de dos meses de confinamiento en Wuhan, cuna de la pandemia de covid-19, que no da tregua a Estados Unidos y Europa, donde no se logra generar una respuesta económica unificada y las muertes volvieron a aumentar en España.
AFP
En medio de la aterradora marcha del nuevo coronavirus, el mundo vio una luz de esperanza con la imágenes de miles de pasajeros que tomaron por asalto estaciones de autobuses y trenes, algunos de ellos con atuendos de protección integral, en Wuhan, la capital de la provincia china de Hubei.
«Me he levantado a las cuatro hoy. ¡Me siento tan bien»!», dijo una feliz Hao Mei, de 39 años de edad y oriunda de Enshi, ciudad a 450 kilómetros al oeste de Wuhan, antes de subirse a un tren para regresar con sus dos hijos, a los que tuvo que dejar solos durante más de dos meses, ya que quedó atrapada a fines de enero en Wuhan.
Si la pandemia parece controlada en China, donde surgió a fines de diciembre, continúa haciendo estragos en Estados Unidos, que registró un récord de cerca de 2.000 muertos en las últimas 24 horas, y Europa, continente más afectado con más de 57.000 decesos.
Acechados por este enemigo invisible y confinados desde hace semanas, los europeos asisten, impotentes, a la destrucción de su economía, y los gobiernos de la UE no logran ponerse de acuerdo sobre un plan conjunto para enfrentar la debacle.
Tras una noche entera de negociaciones el martes en Bruselas, los países del norte seguían oponiéndose a los del sur, que reclaman un esfuerzo financiero sin precedentes.
«Tras 16 horas negociando, nos acercamos a un acuerdo, pero todavía no lo logramos. Suspendí el Eurogrupo» y seguiremos «mañana jueves», escribió el ministro portugués y presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, el miércoles a primera hora, en su cuenta en la red social Twitter.
PBI se desploman
Alemania, la locomotora económica del continente, espera una contracción de casi 10% de su Producto Interno Bruto en el segundo trimestre de este año, algo nunca visto en su historia reciente, según la proyección común de los principales institutos económicos difundida este miércoles.
Los institutos calculan en 2020 una recesión de 4,2% para Alemania, cifra algo menor que las previsiones del gobierno, y apuntan que en 2021 se registrará un crecimiento de 5,8%.
En Francia, otra de las potencias económicas del bloque, el Producto Interno Bruto retrocedió 6% en el primer trimestre de este año, según un cálculo estimado publicado el miércoles por el Banco de Francia. Se trata del peor resultado trimestral de la economía francesa desde 1945.
Unos 1.250 millones de trabajadores corren el riesgo de ser despedidos o de que les reduzcan el salario, anunció la Organización Internacional del Trabajo, que vaticinó que los trabajadores del mundo podrían perder 3,4 billones de dólares en ingresos este año por la pandemia.
Hacia los 100.000 muertos en el mundo
En Estados Unidos, el gobierno del presidente Donald Trump inició nuevas negociaciones con el Congreso para liberar 250.000 millones de dólares adicionales para salvar empleos en las pequeñas y medianas empresas.
Trump también amenazó con suspender el financiamiento de Washington a la Organización Mundial de la Salud, acusando al organismo de la ONU de mal manejo de la pandemia y de una actitud sesgada hacia Pekín.
El estado de Nueva York registró otro récord de muertes por covid-19 en 24 horas, con 731 decesos (5.489 en total), aunque la cantidad de hospitalizaciones parece estar estabilizándose, según el gobernador Andrew Cuomo.
El mundo se encamina hacia la cifra simbólica de 100.000 muertos. El recuento, a partir de cifras oficiales, se encuentra sin embargo por debajo de la realidad, ya que muchas personas mueren sin que se les hay efectuado el test y lejos de los hospitales.
En España, las malas noticias volvieron este miércoles con 757 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, cifra que representa el segundo aumento diario consecutivo del número de decesos en el país, que ya se sitúa en 14.555.
El martes, Francia anunció 1.417 muertes en 24 horas y el Reino Unido 793. Ambos están aún lejos de Italia, con 17.127 muertos, y España, pero la pandemia prosigue, imparable, su marcha.
En Gran Bretaña, el primer ministro Boris Johnson comenzó este miércoles su tercer día en cuidados intensivos, donde prosigue su lucha personal contra el coronavirus.
Único líder de una gran potencia enfermo de covid-19, Johnson se encuentra «estable, tranquilo y con buen ánimo», dijo al canal privado Sky News el secretario de Estado de Salud, Edward Argar.
«Se le administró oxígeno en un principio pero sigue sin utilizar respirador», precisó.
Pese al alza de muertos, el número de nuevas hospitalizaciones decrece en varios países europeos alimentando la esperanza de que el pico ya esté siendo alcanzado.
«Seguimos en la fase ascendente, aunque se desacelera un poco», confió el director general de Sanidad de Francia, Jérôme Salomon.
Después del anuncio de Austria y Noruega de que suavizarán las medidas de confinamiento, Portugal también espera volver a la normalidad en mayo.
Pero la OMS Europa lanzó este miércoles una advertencia: «No es el momento de flexibilizar las medidas» de confinamiento.
Mientras tanto, Japón decretó el estado de emergencia para Tokio y otras seis regiones del país frente a la reciente aceleración del número de casos de covid-19.
Hospitalización obligatoria en Venezuela
En América Latina, todavía relativamente a salvo de la pandemia, se han registrado unas 1.400 muertes sobre más de 36.000 casos, de los cuales más de un tercio en Brasil (unos 14.000, con casi 700 muertos).
En Venezuela, Nicolás Maduro ordenó la hospitalización de todos los casos en el país, donde se han confirmado 166 contagiados y siete fallecidos. «Es una orden que doy: tenemos que avanzar a la hospitalización de cien por ciento de todos los casos, ¡cien por ciento!», dijo en una alocución televisada.
Naciones Unidas distribuyó desde su centro de acopio en Panamá ocho toneladas de insumos para luchar contra la pandemia de covid-19 en la región, informó una de sus agencias.
Mientras en Nueva York algunos templos servirán de hospitales de campaña, en la mayor parte de Europa y América Latina, permanecerán cerrados para Semana Santa y las procesiones que tantos fieles atraen han sido suspendidas.