Periodistas denuncian un incremento en el cierre de medios de comunicación en Venezuela, así como una profundización del vacío informativo en el país y la difícil situación de los comunicadores en el exilio durante este año.
Con Informacion de VOA
BOGOTÁ — La Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero (APEVEX) ha informado a la Sociedad Interamericana de Prensa sobre las preocupaciones más acuciantes para este 2024: el aumento de cierres de medios de comunicación por parte del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, la profundización del vacío informativo en Venezuela y las difíciles condiciones en las que se encuentran algunos periodistas venezolanos en el exilio.
Según datos de APEVEX, tan solo en febrero de este año se han registrado 41 violaciones al derecho a la libre expresión en Venezuela, afectando a 17 periodistas y 6 medios de comunicación. Desde que el chavismo llegó al poder, cerca de 400 medios de comunicación han cerrado.
«Donatella Ungredda, vicepresidenta de APEVEX, describe la situación como un «desierto informativo» que se está profundizando en Venezuela.»
«En Venezuela, los niños en algunos lugares ya no saben lo que es un periódico impreso… incluso las estaciones de radio han desaparecido», señaló Donatella Ungredda, vicepresidenta de APEVEX, en una entrevista con la Voz de América.
«Estamos viendo una violación del derecho a la libre expresión y a la libertad de prensa. La población está siendo privada del derecho a estar informada oportunamente sobre lo que está sucediendo. Esto está generando pequeñas islas de comunicación desconectadas, lo cual es extremadamente peligroso para la cohesión social de un país», explicó Ungredda a la VOA.
Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), agregó que en Venezuela existe «un silencio informativo» que no se debe a razones económicas, como suele suceder en otros países, sino a la fuerte presión del régimen de Nicolás Maduro.
«El periodismo venezolano está en un estado de guerra desde hace más de 20 años. A pesar de los recursos ilimitados del Estado y las numerosas presiones, persecuciones, amenazas y encarcelamientos, los periodistas continúan cumpliendo con su deber», señaló Ungredda.
La situación se ha vuelto aún más tensa a medida que se acercan las elecciones presidenciales que se celebrarán en el segundo semestre del año, según Jornet. «Las presiones sobre la oposición y sobre el periodismo han ido en aumento, y es cada vez más difícil para los colegas ejercer su actividad en libertad y sin presiones ni persecuciones», enfatizó Ungredda.
Una periodista que prefirió mantenerse en el anonimato compartió con la VOA su experiencia, indicando que tuvo que dejar la reportaría debido al miedo de realizar reportes en vivo y a los bajos salarios. «Los riesgos en la calle son altos, y las persecuciones por lo que dices o haces ya son un riesgo en sí mismas», agregó.
Actualmente, esta periodista se dedica a producir y organizar eventos, mientras intenta mantener informadas a las personas a través de sus redes sociales con recursos limitados.
APEVEX ha señalado que, de los más de mil periodistas que han dejado Venezuela, algunos han tenido que suspender su labor periodística para destinar recursos a pagar abogados o para obtener estatus migratorios legales en los países donde residen. Además, muchos enfrentan dificultades económicas y legales para ejercer su profesión en el exilio.
«Si una persona tiene que pagarle a un abogado cifras que pueden oscilar entre 5.000 y 6.000 dólares, por ejemplo, en Estados Unidos, y no tiene acceso a un abogado que haga este tipo de trabajo pro bono, se verá obligado a trabajar en condiciones precarias o incluso de forma ilegal», señaló Ungredda.
Algunos periodistas han logrado seguir ejerciendo su profesión en el exilio, pero enfrentan dificultades económicas y logísticas, ya que tuvieron que abandonar Venezuela sin recursos y sin la posibilidad de adquirir nuevos equipos de trabajo.
La SIP ha puesto en marcha una comisión para abordar la situación de los periodistas en el exilio y está explorando programas de acompañamiento y apoyo para ayudar a estos profesionales a regularizar su situación migratoria y retomar sus actividades laborales. La organización también está en conversaciones con la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para buscar acciones conjuntas.