El ingeniero Enrique Colmenares Finol fue ministro del fallecido presidente Carlos Andrés Pérez, es coordinador del movimiento Alianza Nacional Constituyente y formó parte del Comité Organizador de la Consulta Popular.
Enrique Meléndez/ La Razón
Destaca que los resultados obtenidos durante la Consulta Popular suman una cifra satisfactoria tomando en cuenta la situación de tirantez que se vive en el país, producto de un gobierno totalitario y por el saboteo que tuvo el desarrollo del mismo a todos los niveles.
– Los propósitos del referéndum consultivo de 2017 nunca se hicieron realidad ¿Cree usted que esta vez, sí lo serán?
– Nunca que se consulta al pueblo, se pierde. Fue un error haberlo considerado de esa manera. La consulta de 2017 fue un triunfo de participación ciudadana. Yo estuve también en la parte organizativa de ese proceso. Puede decirse que el elemento básico de esa consulta, no se hizo la propaganda alrededor de ello, era condenar al régimen de Nicolás Maduro y ese fue un logro fundamental.
“En eso consistía la primera pregunta, y era la pregunta determinante, y eso se logró. A partir de ese momento y ante el mundo se decretó la ilegitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente, convocada por el oficialismo, y eso la mató. No haber hecho eso, cuando por esta vía se aspiraba a erigir un suprapoder, hubiera significado que sí era legítima esa Constituyente”.
– Eso a su vez hizo ver ante el mundo, que estamos ante un régimen ilegítimo; desde luego, lleno de barbaridades, y eso nos generó un gran triunfo. O sea, que el 16 de julio de 2017 fue una victoria ¿Ah, que la tercera pregunta, relativa a la configuración de un gobierno de transición, no se logró? Bueno, eso es una parte colateral pues lo importante es que por esta vía, por una porte se condenó el régimen de Maduro, así como considerarse ilegítima una Constituyente, que había sido convocada sin contar, previamente, con la aprobación de la ciudadanía.
– ¿Quién dio fe de la autenticidad de los resultados de este proceso de consulta?
– Hay una primera fe pública que fue la de la gente en la calle. Eso se vio no sólo en Venezuela, sino en todas partes del mundo. Consideramos que ha sido una cifra muy satisfactoria, esa que obtuvimos. Tomando en cuenta la situación de terror, en que se encuentra nuestra sociedad, amedrentada por una tiranía. Además del saboteo, que tuvo el proceso en todos los niveles.
“En esta ocasión vimos a venezolanos en todas partes del mundo participando. Esto ha sido un récord mundial. Yo creo que nunca en la historia de la humanidad se había visto esto, que un número importante de venezolanos se movieran en las ciudades, en donde viven; consecuencia de la diáspora que presenta nuestra población, para consignar su participación en el proceso”.
“Entonces, la primera fe pública fue la gente en la calle. Ahora, que tenemos a la mano todo un accionar, a los fines de facilitar a quien quiera autenticar por su cuenta los resultados, ahí están. Estamos abiertos a cualquier análisis, que se quiera hacer, bajo cualquier fórmula. Pero yo creo que los resultados, a ese respecto nosotros sí que no vamos a mentir, pues son los que son”.
– ¿Usted cree que se superó la apatía y la indiferencia, que siente la ciudadanía, precisamente, hacia los procesos convocados por la oposición?
– Este fue un proceso, convocado por la ciudadanía. Aquí participó todo el mundo, y tiene esa consideración ciudadana. Reconocemos que los partidos han prestado una valiosa colaboración, la Asamblea Nacional, la presidencia interina de Juan Guaidó. Esa es una demostración de cómo se resuelven los problemas políticos de Venezuela, bajo la unión de todos.
– En realidad, no solo una unidad de todos los partidos, sino de todos los ciudadanos. Hoy la unión partidista se acabó. Hoy la unión tiene que ser de todos: sociedad civil, gremios, sindicatos, universidades, academias. Todos tenemos que unirnos, para que podamos triunfar. Mientras estemos separados; por un lado los partidos, por otro lado la sociedad civil con todas sus instituciones, organizaciones, gremios y asociaciones, y con la ayuda del exterior, pues solos no podemos.
“Necesitamos ayuda, para salir de esta situación inédita; que está viviendo Venezuela. Nunca un país ha vivido una situación, como la que estamos viviendo nosotros”.
– ¿Hasta dónde llega el carácter vinculante de esta Consulta Popular?
– Tiene un carácter vinculante, y que está contemplado en el artículo 70 de la Constitución, en lo que se refiere a la Consulta Popular. Así como en el artículo 393, donde se establece que la Consulta no la realiza el CNE sino la ciudadanía, y eso fue lo que hicimos. En todos los sitios se vio la seriedad y la responsabilidad, con la que se llevó a cabo el proceso.
“No inventamos esas cifras, que dimos a conocer (6 millones 400 mil participantes, de acuerdo al primer boletín). No hicimos lo que sí acostumbra, dolorosamente, el gobierno, que anuncia unas cifras un día, al siguiente las cambia. Mete gente, saca a otros. Esas cosas nosotros no la podemos admitir. La prueba más fehaciente de nosotros es la gente en la calle; mientras que los centros electorales el 6 de diciembre estaban vacíos.
– Ahí está la claridad, porque no son las cifras que, a veces, sí son importantes. Pero, ahí está también esa otra realidad que se puede ver. Si en un estadio de futbol, hay solamente cuatro espectadores, tú no puedes decir que había miles; que es lo que hace el gobierno. Nosotros no, nosotros presentamos evidencias.
– ¿Qué perspectivas le ve usted a la oposición después del 5 de enero, una vez que cese el período de la actual AN?
– Estamos claros que vamos a recibir un año nuevo con mucha esperanza, con mucha confianza, con mucho entusiasmo para seguir luchando. No digo que esta sea la última batalla. No, yo diría que este es el inicio de una serie de batallas que todos unidos tenemos que dar, y eso es lo que estamos planteando. Hay una frase muy famosa que se la atribuyen a Einstein: situaciones inéditas, requieren fórmulas de solución inéditas.
“Acá yo creo que nos equivocamos durante muchos años. A veces consideramos que estábamos ante un régimen que podía aceptar algún tipo de decisión. No, este proceso, que llevamos a cabo, demuestra que sí se pueden encontrar soluciones de esta magnitud; que sí podemos encontrar salidas inéditas a situaciones inéditas”.
– Está planteada una continuidad administrativa, después del 5 de enero de la actual AN, presidida por Juan Guaidó. ¿Está usted de acuerdo con esta idea?
– Eso no se puede decir que se está de acuerdo o no. Se trata de que todos los actos jurídicos que se han planteado alrededor de la situación, que se está viviendo, nos conducen a este escenario, basándonos en toda una normativa jurídica; partiendo, además, de que estas elecciones, que se acaban de celebrar el 6 de diciembre, carecen de legitimidad.
“El gobierno nombró un CNE desconociendo que existía un comité de postulaciones, integrado incluso, por diputados de su partido, a través del TSJ de facto, alegando la omisión por parte de la AN. Luego intervino los partidos políticos. Ante semejante arbitrariedad, la parte jurídica tiene contemplada la figura de la continuidad administrativa”.
– Se considera que la Asamblea Nacional Constituyente no ha pasado de ser un aparato de terror ¿Usted cree que esta nueva Asamblea Nacional va a tener ese mismo carácter?
– Por supuesto, tenemos que reconocer, lamentablemente, que es así. Lo que proviene del mal, solamente trae mal. Ahí está claro: no podemos ser algo, que es ilegítimo, a propósito de su nacimiento bajo un propósito de mal fe, esperar que pueda generar situaciones sanas y honestas. Lo que del mal proviene, mal genera. Esto está claro, y eso, dolorosamente, es así, y eso es lo que le está diciendo al gobierno la segunda pregunta el pueblo de Venezuela: esa AN es ilegítima. Lo que significa que son nulas sus decisiones.