Solo unas pocas docenas de estaciones de servicio funcionan en el país. Hace un mes llegó el último cargamento de combustible importado, que junto con la escasa producción de Amuay y el diesel de El Palito se raciona a los venezolanos en medio de la pandemia
Por El Nacional
Cada vez son menos las estaciones de servicio abiertas, y es que cada vez es menos la gasolina que queda en el país.
Las pocas bombas operativas se encuentran militarizadas, mientras que Venezuela cumple una cuarentena ordenada por Nicolás Maduro para detener la propagación del coronavirus en el país. Oficialmente hay 77 casos.
De acuerdo con un reportaje de Bloomberg solo hay unas pocas docenas de estaciones de servicio funcionando en el país, de un total de 1.800. Además, son administradas por las Fuerzas Armadas que discriminan entre personas esenciales y no esenciales para la crisis.
Una realidad, que ya se vivía en el interior del país, llega a la capital excusada en la pandemia del coronavirus.
Bloomberg aseguró que la última vez que descargó un buque de gasolina importada fue hace un mes, y que se raciona hasta ahora junto con el poco producido por Amuay. Además de un poco de diésel que produce El Palito.
La Zona Operativa de Defensa Integral de cada estado tomó desde la semana pasada control de las bombas, posesión e inventario. Dejaron solo dos o tres abiertas para personal de salud, traslado de comida y organismos del Estado, afirmaron fuentes que se reunieron con las Zodi y organizaciones gremiales.
Caracas no estaba en el plan inicial de racionamiento. Sin embargo, desde la semana pasada aumentaron las colas de vehículos en las gasolineras.
Mientras, en el estado Lara, médicos solicitaron a la Fuerza Armada Nacional la posibilidad de surtir. «Si a nosotros los médicos no nos garantizan el combustible que nos vayan a buscar a nuestras casas. Ahora los soldados somos nosotros, porque vamos a atender a los enfermos. En lugar de eso tenemos que hacer una cola de dos días», dijo un galeno.
La periodista Alexandra Belandia denunció que la Guardia Nacional está vendiendo en plena vía pública el combustible de sus vehículos oficiales.
En el Zulia la situación no es diferente. Al ser un estado fronterizo hay, además, circulación de monedas como el peso colombiano y el dólar. Por lo que revendedores de combustible ofrecen facilidades de convertibilidad.